Soltero, inmaduro, materialista, obsesionado con el éxito y narcisista: así es el hombre con el síndrome de Simón
SALUD MENTAL
![Muchos profesionales consideran el síndrome de Simon la variante moderna del síndrome de Peter Pan.](https://cflvdg.avoz.es/sc/8OaWQ-l0sKkAiV2NtTGSiCmxxBk=/480x/2025/01/16/00121737050967651917115/Foto/sindromedesimon.png)
Aunque cuentan con gran madurez en el ámbito profesional, no sucede lo mismo en el panorama afectivo. Son incapaces de comprometerse con alguien y tienen rasgos de personalidad narcisista
04 feb 2025 . Actualizado a las 16:37 h.Malos tiempos para llamarse Simón. Es el acrónimo elegido para englobar un tipo de personalidad que se parece al popular síndrome de Peter Pan, pero con algún rasgo propio del siglo XXI. Hombres que están solteros, son inmaduros, materialistas, obsesionados con el éxito y narcisistas. Es decir, suelen tener una baja autoestima en lo personal porque dependen del afecto y los elogios de los demás; pero son muy buenos en el ámbito profesional, ya que se obsesionan con su carrera o profesión. Además, exhiben comportamientos narcisistas y están muy preocupados por la apariencia física. No es considerado un trastorno psicológico (ni siquiera se utiliza en la práctica clínica), sino que se trata de una descripción sobre un tipo de conducta en los hombres. Con todo, las mujeres tampoco están exentas de cumplirlo.
«Se trata de un hombre soltero, en torno a los 30, aunque se podría hablar de 28 a 38 años, aproximadamente. Es inmaduro desde el punto de vista sentimental, porque solo busca divertirse, jugar como un donjuán que sale y entra, pero no busca a una mujer, sino a sí mismo», explica Enrique Rojas, catedrático de Psiquiatría, en Instituto Rojas-Estapé. «Está obsesionado con el éxito, quiere triunfar y es capaz de sacrificarlo casi todo por esta subida de peldaños en su trabajo. Y finalmente narcisista, muy centrado en la imagen y en la impresión que va causar a los demás», añade.
Los rasgos que definen a las personas con síndrome Simón
El primero es la inmadurez emocional. Las personas que tienen este tipo de personalidad no son capaces de establecer relaciones profundas, pero no solo en el ámbito sentimental, también de amistad. Así, tratan las relaciones como si fueran objetos, desatendiendo o menospreciando a otras personas.
«En el síndrome de Simón nos encontramos con una persona que puede tener una adecuada madurez profesional, pero que no tiene madurez afectiva. No sabe qué es el mundo sentimental, expresar sentimientos, no sabe que el amor es un trabajo de artesanía psicológica, desconoce que los sentimientos hay que trabajarlos con dedicación y esmero, porque si no se volatilizan. El inmaduro no sabe dar ni recibir amor y, sobre todo, no sabe como mantenerlo», considera Rojas.
La 'M' hace referencia al materialismo. Este tipo de personas están obsesionados por satisfacer deseos superficiales y buscan mejorar su imagen hacia los demás a través de lo exterior. El envoltorio de la inmadurez emocional.
Por el contrario, sí son personas obsesionadas con el éxito profesional. A menudo, dejando a un lado otros ámbitos de su vida, como las relaciones personales o incluso la salud. Así, aunque no suelen tener éxito en las relaciones, sí suelen contar con él en el ámbito profesional.
Y por último, cuentan con rasgos de personalidad narcisistas. Solo se admiran a ellos mismos y no hacen ningún tipo de consideración o admiración hacia los sentimientos, necesidades o logros de los demás.
Narcisismo
En la mitología griega clásica, el cazador Narciso era hijo del dios del río Cefiso y de la ninfa Liriope. Un día, mientras paseaba por el bosque, la bella ninfa Eco lo vio y se enamoró de él. Pero Narciso rechazó sus afectos y la dejó ir con el corazón roto. La diosa de la venganza, Némesis, lo atrajo como castigo hacia un estanque donde se encontró con su propio reflejo por primera vez. Narciso se enamoró de su propio reflejo y, al darse cuenta de que su amor no podía ser correspondido, se consumió hasta morir. El mito advierte sobre los peligros del amor propio excesivo de la falta de empatía hacia los demás.
Así explica Maribel Rodríguez, doctora en Medicina y especializada en Psiquiatría, lo que se describe como narcisismo en términos de psiquiatría: «Hay que aclarar que a veces utilizamos el término refiriéndonos a alguien que se comporta de manera soberbia o vanidosa. La diferencia entre esas actitudes de tipo soberbio, que al final son humanas, a la que llamamos narcisista o que tiene un trastorno narcisista de la personalidad, es que esta última está atrapada en su vanidad y centrada exclusivamente en sí misma. Es la reina de todo, el centro, y los demás son como objetos que deben satisfacerle, calmar sus necesidades, adorarle y prestarle atención. Se ha hecho una fantasía de superioridad y siente que los demás tienen que seguir esa fantasía».
Además, la experta también proporciona consejos para detectar a una persona narcisista. « a veces también se pueden enmascarar. Los que son más torpes los vemos como los creídos, los que van de sobrados. No son necesariamente los más peligrosos porque los vemos venir. Son peores los narcisistas encubiertos que parecen amables, suaves y hasta tímidos, pero en el fondo lo que quieren es manipularnos para sacar algo de nosotros», asegura.