Carta de una psicóloga neurodivergente a un estudiante: «La nota de selectividad no te define»
SALUD MENTAL

La psicóloga Claudia Pradas cuenta, desde su experiencia como persona neurodivergente, cómo es la selectividad y ofrece algunos consejos para llevar mejor los nervios de las pruebas
02 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La selectividad es una experiencia estresante para todo el mundo, pero sobre todo para aquellos que no se ajustan a la norma neurotípica. Lo sé porque soy psicóloga neurodivergente y hace años que hice las pruebas. Quizás mi experiencia y mis consejos puedan ayudar a algunas personas en este momento.
Cuando pienso en la selectividad, recuerdo que lo peor de todo fue bachillerato. Durante todo el curso, los profesores nos anticipaban que la PAU iba a ser una experiencia horrible, que lo íbamos a pasar fatal, que teníamos que estar súper preocupados por las notas y por nuestro rendimiento académico. De hecho, recuerdo el segundo año de bachillerato casi como un punto de inflexión en mi salud mental. Tenía muchísima exigencia, sentía un enorme estrés, mucha ansiedad y anticipación. Notaba un gran malestar.
Y en medio de todo eso, tienes que decidir qué vas a hacer con tu vida. De alguna manera, tienes esa exigencia de saber lo que tienes que hacer con tu profesión a esa edad, porque tienes esa creencia de que esto te va a marcar y que tu carrera va a ser tu salvación. Que si tienes esta carrera, tendrás este trabajo.
En realidad, no siempre se da el caso y no pasa nada. Por eso, quiero que sepas que una nota no te define. Entrar a la carrera un año u otro no va a marcar tu futuro para toda la vida y eres más que tu rendimiento académico. Dale la importancia que sientes que merece, estudia lo que puedas estudiar, pero si te da ese momento de desregulación, de bajón, de tristeza o de ansiedad, recuerda que pase lo que pase, tú ya estás dando todo lo que puedes de ti y que el resultado de ello no implica que tú valgas más o menos como persona.
Las pruebas
Yo recuerdo vívidamente la intensidad de los nervios de ese año. Pero al llegar a las pruebas, me relajé muchísimo y fui a hacerlas con lo que tenía en la cabeza. No obrtuve la mejor nota del mundo. Por suerte, pude entrar en Psicología, porque por aquel entonces, la nota de corte no era tan alta. Pero tengo que admitir que lo peor era esa anticipación. Recuerdo que me salió un herpes enorme por el estrés.
Soy consciente de que hay mucha gente que no se puede permitir relajarse. En carreras como Medicina, a veces, las notas de corte son muy altas. Es mucha presión y esas personas muchas veces sienten que no pueden permitirse estar tranquilas. Pero insisto en que es importante tomarse descansos en el estudio. Nuestra memoria funciona muchísimo mejor si nos damos pausas.
Si estamos con la ansiedad muy elevada, no integramos tan bien los conceptos. Por eso, siempre, incluso a los estudiantes de oposición que tengo como pacientes, les digo que, aunque sientan que tienen que estar estudiando todo el rato, a todas horas, intenten tomarse 15 minutos de pausa y luego retomen, porque así la consolidación de la memoria funciona mucho mejor.
En mi caso, recuerdo que hubo un examen que hice en el que saqué un dos y no me ponderó. Esto pasa porque ya vienes desinflado, cansado, agotado. Muchas personas pierden la motivación por el camino y esa ha sido mi experiencia. Para que no te pase, recuerda darte esos pequeños respiros.
Selectividad y neurodivergencia
Las personas neurodivergentes tenemos que pensar que el camino que nos tienen estipulado está impuesto desde un punto de vista neurotípico y esto puede hacernos sentir frustración por no poder llegar, por no hacerlo bien, porque seguimos esos pasos que nos han enseñado pero no tenemos esa efectividad que queremos en las notas. Lo importante es encontrar o un especialista que nos ayude a adaptar nuestras estrategias y nuestra funcionalidad al estudio, o bien, experimentar nosotros mismos hasta dar con aquellas estrategias que nos vengan mejor.
Por ejemplo, en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), el tiempo de atención es muchísimo más corto. Pero no significa que sean personas que no van a ser capaces de estudiar o que no deberían hacer carreras. Simplemente, necesitan más descansos durante el estudio. Lo mismo pasa con el Trastorno del Espectro Autista (TEA). Hay personas que se encuentran demasiado estimuladas en espacios como la biblioteca, por lo tanto, necesitan estudiar en una habitación sin estímulos, o con aquellos estímulos que ellos desean.
Consejos de primera mano
Trabajar en la anticipación y la autoexigencia es el primer consejo. Ya lo he dicho, pero insisto en que una nota nunca te define. Ponerse una presión innecesaria solamente va a conseguir que estemos más tensos, pero no hace que seamos más efectivos.
El día anterior al examen, intenta descansar lo máximo posible. Date pequeños premios cada vez que termines un tema o un bloque: ir a dar un paseo, tomar un café con leche, hablar con amigos. No olvides que el refuerzo positivo funciona muy bien en estos casos. Las claves son estudiar con tiempo, con descansos y con pequeños premios y, sobre todo, saber que pase lo que pase, estos exámenes no determinan tu valía como persona.
Ser neurodivergente en un sistema educativo neurotípico es complicado, pero lo importante es entender que no hay una sola manera válida de aprender, ni de estudiar, ni de enfrentarse a un examen como la Selectividad. Que cada quien tiene su camino, su ritmo y sus tiempos. Y que, aunque los estándares te digan lo contrario, estás haciéndolo lo mejor que puedes. Y eso, aunque parezca poco, ya es muchísimo.