Síntomas y señales de la menopausia: desde sofocos a trastornos del sueño

Lucía Cancela
Lucía Cancela LA VOZ DE LA SALUD

LA TRIBU

La menopausia marca el momento exacto en el que cesa la menstruación.
La Voz de la Salud | iStock

Este período, que suele aparecer a los 50, se caracteriza por frecuentes episodios de sofocos. El concepto solo hace referencia al momento en el que se cumple doce meses sin la menstruación

19 ene 2023 . Actualizado a las 18:15 h.

Cumples los 40 y los ciclos de menstruación comienzan a ser más cortos. Pasan de durar 28 días a 26, después se reducen a los 25 y finalmente, rozan el límite de los 24. Se presenta la perimenopausia, con una disminución de los niveles estrogénicos. La llegada de las 45 velas tampoco supone regalos agradables. Sudoración nocturna y diurna, sofocos, palpitaciones, gases, problemas digestivos, falta de apetito sexual o irritabilidad. 

Conforme pasa el tiempo hay mayor irregularidad en los ciclos, se vuelven anovulatorios (no se ovula) e incluso la regla se ausenta en una o dos de sus citas (amenorrea). Los cambios también pueden acompañarse de todo lo contrario: fuertes sangrados, a la vez que síntomas como la tensión mamaria, la cefalea o la hinchazón abdominal. Por no mencionar, en esta línea, las variaciones emocionales. Cambios repentinos de humor, insomnio o tristeza. 

¿Te suena? Es el inicio de la menopausia, una etapa de la vida de la mujer que se caracteriza por el cese de la menstruación (Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, AEEM). Por definición, esta época comienza una vez se ha completado un año sin menstruación y se refiere de forma específica al momento en el que la regla finaliza. La etapa que se prolonga antes, se conoce como perimenopausia, mientras que el período completo (antes y después) se denomina climaterio. 

La edad media en la que la menopausia suele picar la puerta ronda los cincuenta años, aunque se considere normal que varíe entre los 48 y 54. Por su parte, la duración del climaterio dependerá de cada mujer, aunque pueda oscilar entre los 5 y los 15 años. Se extenderá hasta la manifestación de la posmenopausia, que comenzará en torno a los 60 años. Paralelamente, los síntomas se irán neutralizando poco a poco hasta su llegada. 

¿Qué ocurre en el cuerpo de la mujer durante la menopausia?

Es una etapa entendida como un punto y aparte, pues fija el fin del ciclo reproductivo de la mujer. Cuando los cuarenta comienzan a llamar a la puerta, los ovarios disminuyen su producción de óvulos fértiles. Y, como consecuencia, también varía la segregación de estrógenos y progesterona (las hormonas femeninas). Este proceso deriva en ciclos de regla más cortos, así como en la aparición de nuevos síntomas asociados al síndrome premenstrual que pueden alargarse hasta ocho años, cuando sea el momento de la menopausia.

Precisamente, a medida que se acerca esta período, el nivel de estrógenos comienza a reducirse y con ello, los ciclos menstruales disminuyen hasta desaparecer. Una vez hayas pasado un año sin regla, podrás dar por alcanzada la menopausia. Se considera temprana si ocurre antes de los 45, y tardía una vez pasados los 55 años. 

¿Todas las mujeres experimentan los mismos síntomas?

Los signos de la menopausia varían de una mujer a otra, aunque su aparición es común. Según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), el 75 % desarrolla algún tipo de síntoma, mientras que el 25 % restante apenas los referencian. La manifestación de estas señales se conoce como el síndrome climatérico, y el rasgo más habitual es la aparición de sofocos. Ese calor repentino, que se extiende por la cara, cuello y pecho, y no existe abanico que lo calme. ¿Cuánto pueden alargarse? Depende de cada persona. Sin embargo, se estima que su fin puede oscilar entre los dos y cinco años posteriores a la última menstruación. 

Síntomas de la menopausia

  • Sofocos. Esta sensación, además de calor, también puede venir acompañada de escalofríos, palpitaciones o un ápice de ansiedad. La AAEM apunta que pueden ocurrir un par de veces al día, o una vez cada hora. 
  • Sudoración nocturna. Si los sofocos se producen durante el sueño, pasan a denominarse sudores nocturnos. Generan sensación de frío o calor, y pueden acabar despertando a la mujer. 
  • Trastornos del sueño. Si bien el síntoma anterior puede empeorar el descanso, no tiene por qué ser la razón principal de la falta de sueño. Estos se deben estudiar con el profesional pertinente (intenta dormir mejor con estos once consejos).
  • Sequedad vaginal. Síntoma que, a menudo, hace que la mujer tenga menos apetito sexual. La sequedad o irritación vaginal puede provocar que experimente dolor durante el coito. ¿La razón? A medida que se reduce la producción de estrógenos, los tejidos de la vagina y la uretra se hacen más finos y secos. 
  • Depresión. En plena transición a la menopausia, las mujeres pueden referenciar cambios de humor o nuevos problemas relacionados con su estado de ánimo: tristeza, irritabilidad, falta de interés y mucho (o poco) sueño. Es más, la AEEM señala que las mujeres con antecedentes de depresión, pueden sentirse más susceptibles durante esta etapa.  

 

¿Cómo aliviar los síntomas?

Los remedios de la abuela pueden ayudar a hacer frente a los síntomas de la menopausia, especialmente, si estos son leves y moderados. No obstante, existe un grupo de la población femenina que precisa tratamiento pautado por un especialista. Así las cosas y acorde a la AEEM, las soluciones que están en manos de cada una varían según la dolencia y la mujer. 

Si sufres de sofocaciones y sudoración nocturna, empieza por el sentido común y vístete en capas para quitarte la ropa según necesites. En la línea de prevención, también puedes evitar las bebidas muy calientes y no abusar de la calefacción. Tampoco fumes, pues empeora los sofocos. Y si el remedio se busca en plena sofoquina, opta por colocar una toalla fría y húmeda en el cuello. 

Si experimentas sequedad vaginal, recurre a lubricantes antes del coito, o incluye hidratantes vaginales en tu rutina. Por su parte, para mejorar el estado de ánimo, se recomienda mantener una vida activa. Y ya, por último, los trastornos del sueño. La AEEM aconseja acostarse y levantarse a la misma hora durante todos los días. En suma, anima a no dormir la siesta, evitar cafeína u otros estimulantes a partir del atardecer, y no consumir demasiado alcohol.  

Enfermedades asociadas a la posmenopausia

Si bien no hay una regla de corte que especifique a quién, cómo y cuándo puede afectar una enfermedad, el riesgo de sufrir ciertas patologías aumenta en la etapa posterior a la menopausia.

  • Enfermedades cardíacas y relativas a los vasos sanguíneos. A medida que disminuyen los niveles de estrógeno en sangre, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares se incrementa progresivamente. Estas hormonas tienen un efecto protector durante la edad fértil, por lo que cuando se reducen, la mujer pasa a estar menos protegida frente a un hipotético infarto de miocardio (descubre lo necesario acerca del colesterol).
  • Osteoporosis. Resulta habitual que un menor nivel de estrógeno acelere la pérdida de masa ósea. Este trastorno predispone a la mujer posmenopáusica a una mayor probabilidad de fracturas (¿por qué te duele la espalda?).
  • Problemas genitales, derivados de la sequedad vaginal. Esta puede causar molestias al orinar y dificultades para mantener relaciones sexuales. 
  • Incontinencia urinaria. Se define como una queja o molestia derivada de cualquier pérdida involuntaria de orina. Las mujeres tienen más probabilidades de sufrirla a medida que avanza la edad. Y, al igual que en el resto de patologías, la disminución de estrógenos está involucrada. En este caso, a la vez que se reducen sus niveles en sangre, se disminuye también la elasticidad y resistencia de los tejidos y músculos, entre ellos, el suelo pélvico, la vejiga, la uretra o la vagina.

Una dieta equilibrada y deporte

Mantener un estilo de vida saludable, que incluya una buena alimentación y una rutina de deporte, ayuda a reducir los síntomas frecuentes en la menopausia y a mejorar la calidad de vida de las mujeres. La actividad física disminuye el riesgo de padecer osteoporosis y diabetes, mientras que una dieta equilibrada suplirá las carencias de minerales, oligoelementos y vitaminas que suceden en esta etapa.

Por ello, es importante potenciar el consumo de frutas, verduras, legumbres y hortalizas (consulta los doce alimentos que no pueden faltar en la cesta de la compra). También el de grasas insaturadas como el aceite de oliva, los pescados azules o los frutos secos. El papel protagonista y activo de la mujer respecto a su propia salud será primordial y necesario en esta etapa, concluyen los expertos. 

Lucía Cancela
Lucía Cancela
Lucía Cancela

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.