Migrañas en niños: «Si es frecuente, hay que pautar un tratamiento preventivo»

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

LA TRIBU

Se estima que el 90% de los pacientes con migraña tienen algún antecedente familiar con esta.
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Al igual que en los adultos, también pueden sufrir síntomas que acompañan al dolor de cabeza, como náuseas o vómitos

12 may 2023 . Actualizado a las 12:59 h.

Parece una patología exclusiva de adultos, pero no lo es. Los niños también padecen cefalea. «El dolor de cabeza es frecuente en la infancia y la mayoría de las veces se trata de un problema benigno y leve. Solo en un pequeño porcentaje de casos la causa de la cefalea es grave, por una lesión intracraneal», explica Ana Camacho, presidenta de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENP). «Esto debe sospecharse cuando haya alguna disfunción neurológica asociada, como alteración de la visión, inestabilidad o pérdida de fuerza, o si el dolor es progresivo y empeora a lo largo de los días», amplía. 

En concreto, la migraña —también conocida como jaqueca— es un tipo de dolor de cabeza que «se caracteriza porque es intenso y suele interferir en la actividad que esté realizando el niño. Puede acompañarse de vómitos o malestar gástrico y se prefiere estar en un lugar silencioso y oscuro», describe la doctora. 

Posibles signos de un episodio de migraña 

Según la Asociación Española de Pediatría, un episodio de migraña puede provocar un dolor de intensidad moderada a grave, unilateral y pulsátil. Se puede acompañar de fotofobia —molestias con la luz—, fonofobia —irritabilidad exagerada a los ruidos—, y molestias digestivas como náuseas o vómitos. La duración de los episodios suele ser entre 2 y 72 horas y la intensidad del dolor provoca que el niño no pueda seguir con su actividad habitual. 

Al igual que en los adultos, los niños también pueden sufrir síntomas que acompañan al dolor de cabeza, que preceden o coinciden con el inicio de este. Algunos de ellos son las alteraciones en la visión, el mareo, la disminución de fuerza en un brazo o pierna, o dificultad para hablar. Según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap), pueden durar entre cinco minutos y una hora. De esta forma, cuando estos se dan hablaríamos de migraña con aura y si no es el caso, sin ella. 

«La migraña puede tener factores desencadenantes al igual que en adultos, como determinados alimentos, cambios de tiempo, o alteraciones del patrón de sueño. Pero no es imprescindible y muchas familias no los refieren», subraya Camacho. La Aepap añade el nerviosismo, el cansancio, defectos de visión no corregidos, lugares cerrados con exceso de calor y el humo del tabaco. También se han prescrito como posibles desencadenantes la ingesta de quesos fuertes, carnes preparadas, cafeína, chocolate y alimentos que contienen monosódico, como especias y aditivos, congelados, carnes enlatadas, comida china y salsas preparadas. 

La migraña se hereda

Se estima que el 90% de los pacientes con migraña tienen algún antecedente familiar con esta. No obstante, Camacho remarca que «la fisiopatología de esta es compleja. Se presupone que hay una combinación de factores biológicos y ambientales que desencadenarían periódicamente la aparición de dolor. La activación del sistema trigémino-vascular es un elemento relevante en su génesis». 

A qué edad puede debutar la migraña

«Aparece tanto en escolares como en adolescentes», confirma Camacho. Eso sí, conforme aumenta la edad, también lo hace la posibilidad de padecer migraña. El Manual de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN) confirma que en una revisión basada en 64 estudios epidemiológicos de los últimos 25 años sobre migraña y cefalea en niños y adolescentes, donde se analizaron datos de más de 200.000 sujetos, encontraron unas tasas de prevalencia de migraña del 9,1 %. Concretamente, por franjas de edad: desde el 0 al 7 % en niños preescolares menores de 7 años, entre el 4 y el 11 % entre 7 y 11 años, hasta el 8 a 23 % en adolescentes.

Con todo, uno de los problemas en la infancia es lo complicado que resulta el diagnóstico, debido a la dificultad que presentan los pequeños a la hora de describir de forma adecuada las particularidades de su dolor y otros síntomas asociados. Desde la SEN apuntan a que puede resultar útil que el niño, sobre todo aquellos más pequeños, dibujen cómo son sus crisis de migraña. Además, otra práctica frecuente es que el médico recomiende a los progenitores apuntar en un calendario la frecuencia e intensidad de los episodios. Con él, se podría identificar si hay algún factor desencadenante y evaluar la intensidad del dolor de cabeza, al igual que el modo en el que este afecta a la vida del niño.  

Aunque existen pocos datos de cómo afecta la enfermedad a la vida de los niños, los escasos estudios realizados muestran un impacto importante tanto en el niño, como en su familia. Las migrañas recurrentes son causa frecuente de absentismo en el colegio, disminución del rendimiento y alteración de las relaciones personales. 

Cuándo consultar por un dolor de cabeza

La AEP recomienda que, ante un dolor de cabeza en un niño menor de cinco años, o uno que no cede con los analgésicos habituales, es recomendable consultar a un pediatra. Asimismo, también se debe de hacer en el caso de que el niño ya hubiera presentado migrañas en otras ocasiones y el nuevo episodio haya sido diferente. Es decir, que se localice el dolor en otro lado de la cabeza, sea de mayor intensidad o duración, o vaya acompañado de alteraciones en la visión, habla, fuerza o sensibilidad.

Tratamientos para la migraña

«La migraña es básicamente dolor, por lo que se trata con analgésicos», asegura Camacho. Si bien añade que se pueden asociar otro tipo de fármacos, en el caso de que esta se presente con vómitos. Si los episodios se presenta con frecuencia, «se pauta durante unos meses un tratamiento farmacológico preventivo, cuyo objetivo es reducir los episodios de dolor, aunque no la cura». 

Además, existen medidas no farmacológicas que, en palabras de Camacho, son recomendables: «Como echarse una siesta o, al menos, permanecer en un lugar tranquilo». Los niños que las padecen requieren unos cuidados especiales más allá del tratamiento de su dolor. «En caso de que haya desencadenantes y se pueden evitar, hacerlo. Como todos, estos pequeños también deben llevar una dieta saludable, dormir horas suficientes y hacer ejercicio de manera regular».

Migrañas de niño, ¿migrañas de adulto?

«Es posible que sea así, porque la migraña es frecuente entre la población general. Lo que no se puede establecer es si va a a tener un episodio al año o de forma más seguida», responde Camacho.

El manual de la SEN afirma que el curso de la misma suele ser de recurrencias y remisiones, y que es muy difícil pronosticar el futuro de cada paciente en concreto: «Los factores que se han relacionado con una peor evolución han sido el inicio del dolor antes de los seis años, la mayor gravedad del dolor en el momento del diagnóstico, el sexo femenino y el tiempo transcurrido entre el inicio de los síntomas y la valoración médica. La persistencia de migraña tras diez años de seguimiento es el factor de riesgo más importante para la presencia de los síntomas en la edad adulta». 

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.