¿Por qué no se pueden utilizar lentillas en la playa o en la piscina? «Las complicaciones corneales pueden ser muy graves»

Sofía Berardi / U.R. LA VOZ DE LA SALUD

VIDA SALUDABLE

Mujer se sumerge en piscina.
Mujer se sumerge en piscina. I Stock

El Dr. Joan Pérez, óptico-optometrista, nos explica por qué no deberíamos nadar ni sumergirnos con lentes de contacto. Conoce los consejos para un buen uso y cómo quitarlos adecuadamente

17 jul 2024 . Actualizado a las 10:34 h.

Las lentillas de contacto y la playa o la piscina no son la mejor combinación. Muchas veces nos enfrentamos a la cuestión de elegir entre adivinar qué son las siluetas borrosas que se nos presentan o llevar las gafas y tener que ponerlas y quitarlas a cada momento, por no hablar del cuidado de que no se rayen con la arena o se rompan en alguna distracción. 

Existen muchas razones para usar los lentes de contacto en la playa, pero hay una muy grande que nos dicta lo contrario. «¿Por qué no puedo utilizar lentillas en la playa o en la piscina? Porque estamos aumentando el riesgo de tener complicaciones corneales que pueden ser muy graves», expresa el Dr. Joan Pérez, óptico-optometrista. 

«El paciente me puede decir: “Pero cuando voy a la playa o a la piscina y no llevo mi lente de contacto el agua me puede entrar en el ojo y el riesgo es el mismo, ¿no?”. No, no es lo mismo, porque la lentilla es como una pequeña esponja, que absorbe ese líquido que no es puro, que tiene conservantes, restos y químicos, sobre todo el agua de la piscina que tiene cloro», explica Pérez.

El especialista añade que ante todo hay que tener cuidado con piscinas sin depuradora o con agua estancada, porque puede haber algún agente patógeno que produzca una infección. «No tiene por qué ser ese día porque me he bañado, sino que el bichito entra dentro de la lente de contacto que luego me la pongo otro día y puedo contraer esa infección. Por eso el riesgo es mucho mayor para los usuarios de lentes de contacto», señala Pérez.

«Mucho cuidadito con balsas y pantanos»

Es peor una piscina que el mar, sobre todo si no está bien cuidada. «Mucho cuidadito con balsas, pantanos, donde puede haber agua estancada, tiene una gran posibilidad de infección ocular», añade el especialista. ¿Una solución? Al menos en las piscinas se puede usar lentillas bajo las gafas de natación, ya que estas no van a permitir que el agua no ingrese en el ojo. 

Podemos olvidar quitarnos las lentillas, pero lo que ocurre si nos bañamos o dormimos con ellas es que a la hora de intentar extraerla del ojo puede ser molesto e incluso doloroso. Esto se debe a que está adherida. «Lo primero es no intentar rascar para intentar quitarla, porque si esas lentillas se ha enganchado en el ojo es porque se ha deshidratado, ha chupado toda la lágrima del ojo, y se ha quedado enganchada a la córnea», explica el óptico-optometrista, y continúa: «Si en ese momento me quito la lentilla, voy a provocar una pequeña erosión en la córnea, que puede producir daños después de haber quitado la lentilla». 

¿Qué hacemos en esa situación? Pérez explica que hay que hidratar muy bien el lente de contacto y la córnea con la lentilla puesta. «Una vez que vemos que la lente de contacto se mueve correctamente procedemos a quitarla, hidratar la córnea y cruzar los dedos para que no hayamos tenido un daño corneal», añade.

Cuidados a extremar en verano

En épocas de calor, que usamos menos las gafas y más las lentillas, debemos extremar las precauciones y el mantenimiento. «No reemplazar los lentes de contacto cuando debemos puede generar sequedad ocular. Si hace mucho calor la lágrima se va a evaporar antes y la lentilla va a empezar a generar problemas», explica Pérez, y puntualiza: «Eso no quiere decir que todos los usuarios de lentes de contacto tengan que utilizar lágrima artificial, pero puede usarla en situaciones donde haga mucho calor o haya una sequedad extrema por aire acondicionado o porque vamos en el coche con la ventanilla bajada o en moto. Siempre recomiendo que se pongan una gotita de lágrima artificial antes de poner la lentilla y luego otra cada tres o cuatro horas. Además, siempre, antes de quitarla, hay que poner una gotita de lágrima y luego esperar 5 o 10 minutos, porque si me la quiero quitar justo después, la lentilla va a estar resbaladiza y no voy a poder».

¿Las lentillas pueden quitarnos visión o desgastarla? 

Gafas vs lentillas de contacto
Gafas vs lentillas de contacto I Stock

Bien usadas y adaptadas, no. Pero si hacemos un mal uso podemos tener complicaciones graves. El especialista indica que hay que minimizar el riesgo lavando muy bien las manos antes de poner o quitar las lentillas, así como evitar tocarse los ojos con las manos sucias. También es importante limpiarlas con las soluciones de mantenimiento que nos ha indicado y reemplazarlas a tiempo. 

Vida útil 30 días, no 30 usos 

«Si son lentillas diarias cada vez que me las quito las tengo que tirar, si es una lentilla mensual cada mes la tengo que tirar. No son 30 usos, sino que, una vez abiertas, se deben desechar a los 30 días desechar. También es muy importante que a la más mínima que notemos alguna sensación o sintomatología como ojos rojos, visión borrosa, o fotofobia (molestias con la luz), lentes de contacto fuera y a consultar con el optometrista. Si vemos que la situación es más grave, hay que ir directamente con el oftalmólogo», concluye Pérez.