¿Es bueno tomar una "copita" de vino al día?: «A veces consideramos que tenemos un consumo normal y ya estamos en un nivel perjudicial»

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

VIDA SALUDABLE

¿Puede una copa de vino tinto ser beneficiosa para nuestra salud?
¿Puede una copa de vino tinto ser beneficiosa para nuestra salud?

España acogerá el estudio más grande realizado hasta la fecha a nivel mundial sobre el efecto en nuestra salud del consumo de bebidas alcohólicas. Está coordinado por «el sabio de la dieta mediterránea», contará con 500 médicos y se espera llegar a 10.000 participantes

09 abr 2025 . Actualizado a las 17:14 h.

«Resulta sorprendente que, a pesar de que el alcohol es consumido por más del 70 % de los europeos, no se hayan valorado nunca sus efectos sobre la salud mediante un estudio de suficiente tamaño, con un grupo de control y con reparto al azar (aleatorizado)», dice Miguel Álvarez de Mon, psiquiatra del Hospital Universitario Infanta Leonor, profesor en la Universidad de Alcalá e investigador del Cibersam. Hasta ahora. Él mismo es uno de los cinco miembros del comité directivo de Unati (University of Navarra Alumni Trialist Initiative), el estudio más grande realizado a nivel mundial sobre los efectos en la salud del consumo de alcohol. Durará cuatro años y necesita reclutar a 10.000 bebedores ligeros o moderados antes de junio del 2025. Por supuesto, también gallegos. El mayor beneficio para ellos será que gozarán gratuitamente del privilegio de una atención sanitaria personalizada gratuita, con test y autoexámenes frecuentes de dieta, consejos sobre estilo de vida y nutrición, psicología y cognición. 

De dónde se parte: idas y venidas con los daños del alcohol

Es curioso que, justo sobre el consumo de alcohol, las recomendaciones sanitarias a lo largo de la historia han sido un tanto contradictorias. El principal investigador de Unati, catedrático de Salud Pública de la Universidad de Navarra y catedrático adjunto de Nutrición de la Universidad de Harvard, Miguel Ángel Martínez González, cree que «se debe a que todos los estudios que existen sobre él son de tipo observacional». ¿Qué quiere decir esto? Que se observa a los individuos o se miden ciertos resultados, pero no se hace ningún intento de influir en el resultado. En cambio, en los de tipo experimental, el investigador establece los tratamientos, selecciona los pacientes, marca las variables a medir, etcétera.

A la izquierda, Miguel Álvarez de Mon, psiquiatra. A la derecha, Alba García, médico en Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.
A la izquierda, Miguel Álvarez de Mon, psiquiatra. A la derecha, Alba García, médico en Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.

«En los observacionales hay dos problemas fundamentales. Uno es que es autodeclarado, es decir, la gente puede minimizar su consumo de alcohol; sobre todo el gran bebedor, infraestimar lo que bebe. Y la segunda cuestión a tener en cuenta y que es incluso más grave es que, en el grupo de abstemios, aunque tengan más mortalidad, puede haber un grupo de gente que ha dejado de beber porque ha tenido alguna enfermedad. Por eso los abstemios pueden presentar más mortalidad, no porque no bebas alcohol, sino porque en ellos se concentra un grupo de gente que deja el hábito por el diagnóstico de alguna enfermedad», asegura Martínez.

Por eso apuestan por un estudio sólido de intervención, de suficiente envergadura y con seguimiento a largo plazo. «El ensayo controlado y aleatorizado de mayor tamaño realizado sobre alcohol y salud fue muy pequeño si se compara con otros grandes ensayos que se usan para aprobar fármacos o vacunas. Fue el Cascade, realizado en Israel, e incluyó a 224 participantes, durando dos años. Parecía sugerir beneficios de tomar una copa de vino al día, pero al ser de tamaño escaso y fiarlo todo a cambios en marcadores intermedios, no pudo ofrecer una respuesta definitiva», asegura Álvarez. 

Además, también se han dado conflictos de intereses. En el 2018, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) cancelaron un macroensayo que quería valorar los efectos del consumo de alcohol en la salud al que le habían otorgado un presupuesto de 100 millones de dólares. Se llamaba MACH 15 y fue interrumpido prematuramente porque aparecieron indicios de que los investigadores querían obtener «el nivel de pruebas necesario para recomendar el alcohol como parte de una dieta sana».

Álvarez de Mon sostiene que «parecían partir de una premisa que se inclinaba en el sentido de demostrar un efecto beneficioso del consumo moderado de alcohol para la salud». Se proponía incluir a 7.800 voluntarios y asignarles al azar un consumo moderado de alcohol (una bebida al día) o no beber. Se descubrieron «contactos tempranos y frecuentes» entre funcionarios e industria del alcohol, así como la ocultación de hechos clave a otros miembros del NIH. Unos conflictos de interés potenciales que fueron desvelados por el The New York Times en marzo de 2018. Esto provocó audiencias en el Congreso y que el ensayo MACH 15 se congelase cuando solo habían incluido a los 105 primeros participantes. Ahí se quedó todo». 

Qué es Unati 

Son 500 doctores españoles y buscan 10.000 participantes. Y, a diferencia del último caso expuesto, el equipo investigador se ha comprometido explícitamente a no permitir que la industria alcoholera financie ningún aspecto del ensayo. «Lo hacemos de la mejor forma que se puede llevar a cabo en medicina: intervención con control y al azar; un ensayo controlado aleotorizado, la máxima evidencia científica. El objetivo es saber si el consumo moderado de alcohol es capaz de empatar con ser abstemio. En cuatro años revisaremos si las principales causas de enfermedad o mortalidad son iguales o distintas». 

A la izquierda, Miguel Ángel Martínez, investigador principal y conocido como «el sabio de la dieta mediterránea». A la derecha, María Barbería, Unati Product Manager.
A la izquierda, Miguel Ángel Martínez, investigador principal y conocido como «el sabio de la dieta mediterránea». A la derecha, María Barbería, Unati Product Manager.

Miguel Ángel Martínez ya lideró un ensayo clínico previo con el que consiguió que disminuyese el riesgo cardiovascular de los propios participantes. «Hemos llevado a cabo dos grandes estudios que, hasta ahora, son los mayores que se han hecho en medicina preventiva en Europa. Uno es el Predimed, que fueron 7.447, y el Predimed Plus, que han sido 6.874 participantes. Hemos estado desde el 2013 al 2024 trabajando con estos pacientes y según las ecuaciones de riesgo cardiovascular, el 10 % de ellos, que eran de mucho más alto riesgo que los que participarán en Unati, iban a tener o un infarto o una trombosis cerebral, o iban a morir de muerte cardiovascular», explica el conocido como «sabio de la dieta mediterránea».

En el 2023, el Consejo Europeo de Investigación (ERC) financió, con un Proyecto de Investigación Avanzada de 2,5 millones de euros, este ensayo. A día de hoy y hasta junio, están en busca de voluntarios. Confiesan que ya se han inscrito más de 5.000, pero que necesitan más. El principal requisito es ser bebedor habitual. Concretamente, hombres de 50 a 70 años y mujeres de 55 a 75 años que consuman entre 3 y 40 bebidas alcohólicas por semana. Y no se promoverá el inicio del consumo en personas que no son bebedoras ni el aumento de la ingesta en aquellas que ya tienen el hábito. 

«Lo que metemos son bebedores que, por lo menos, consuman en una semana tres consumiciones de lo que sea, sumando vino, cerveza y licores, y a un grupo le proporcionamos un consejo y al otro, otro distinto», dice el investigador principal.«No incluimos a nadie que ya sea abstemio. Si usted no bebe, no seremos nosotros quien lo metamos en el vicio», bromea Martínez.  

Una vez reclutados los participantes, estos se dividirán en dos grupos: uno de abstención, en el que recibirán asesoramiento para reducir su consumo de alcohol a cero; y otro de moderación, donde se les aconsejará limitar su consumo a un máximo de siete bebidas semanales en mujeres y 14 en hombres, siendo preferible vino tinto y siempre con las comidas. 

Los participantes tendrán beneficios. María Barbería, Unati Project Manajer, farmacéutica y nutricionista, se encarga de explicarlos: «El principal, y diría que el más importante de todos, es el cuidado de su salud, porque tendrán de manera gratuita una atención sanitaria personalizada». Test y autoexámenes frecuentes de dieta, control de peso, estilos de vida, psicología y cognición. «Mejoran su vida, se encuentran mejor y los participantes también se empoderan porque conocen más sobre cómo mejorar su estado de salud y reducen el riesgo de enfermedades graves», añade la profesional. Además, se sortearán regalos a los participantes. 

Alba García, médico del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, se encarga de reclutar pacientes de Galicia. «Concertamos una cita y resuelvo dudas. De normal, lo tienen muy claro porque están muy motivados a entrar, lo han visto y quieren hacerlo. Suelen ser gente preocupada por su salud, su consumo de alcohol y factores de riesgo cardiovascular. Al final, las personas que entran tienen un seguimiento de hábitos de vida saludables. Y esto es un incentivo». La doctora remarca que los gallegos «solemos pensar que no bebemos tanto alcohol a la semana y, cuando empiezas a indagar, te das cuenta de que no es verdad. Entre lo que tomamos en las comidas, las cañas de la tarde y algún chupito, ya son unas cuantas unidades de alcohol. A veces, incluso consideramos que tenemos un consumo "normal" y ya estamos en un nivel que es perjudicial en que ni podríamos participar en el estudio». 

Unati busca dar respuesta, con la evidencia científica más firme, a la pregunta: ¿es bueno para nuestra salud tomar una "copita" de vino al día? Y además, poner a nuestro país como líder mundial en investigación biomédica y de salud pública. 

Cualquier mujer de 55 a 75 años o varón de 50 a 70 años que consuma bebidas alcohólicas, al menos tres veces a la semana, y desee participar en el estudio, puede inscribirse en inscripcion.proyectounati.com, y si desean más información, pueden escribir un correo a unati@unav.es

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.