Toni Pérez, fisioterapeuta: «Uno de los errores principales de gente que viene al fisio es pensar que los vamos a "arreglar"»

VIDA SALUDABLE

El experto recomienda hacer ejercicio de fuerza «al mismo nivel que nos lavamos los dientes»
06 jun 2025 . Actualizado a las 15:51 h.Más conocido como @fisioteeduca en redes sociales, donde acumula casi dos millones de seguidores, Toni Pérez es un fisioterapeuta apasionado por el movimiento y la recuperación de lesiones. Pero a día de hoy centra gran parte de su trabajo en la divulgación, acercando los secretos de su disciplina a miles de personas cada día. En esa misma línea acaba de publicar No te lesiones más (Libros Cúpula, 2025), un manual «para un cuerpo fuerte y sin lesiones».
—¿Se pueden prevenir las lesiones?
—No, no se pueden prevenir todas las lesiones. Un ejemplo claro: los traumatismos. Al final, cada uno tiene sus características, su vida, su proceso e historia. Es lo bonito de las profesiones sanitarias, el abordaje individualizado que hay que hacer. Lo que sí se puede hacer es reducir la cantidad de boletos que tienes para ganarte el premio de la lesión, mediante hábitos, trabajo de fuerza y resistencia. Aumentar tus capacidades, porque al final el cuerpo humano se mide por estas.
—¿Empezamos a sufrir lesiones típicas de la vida moderna?
—Está claro que hace diez o incluso cinco años no había el sobreuso que hay hoy en día de las tecnologías. El principal problema que han traído estas es un nuevo tipo de sedentarismo que antes no existía, el tecnológico. Es decir, a día de hoy no pisamos tanto la calle. De ahí han derivado muchas lesiones porque una persona que no hace nada de ejerciciopuede lesionarse a la mínima.
—¿Qué consideras como «lesionarse a la mínima»?
—Imaginemos, tratando de levantar un brazo haciendo un gesto que no estás acostumbrado; a ese nivel. Lesiones particulares que existan en base a la tecnología podría decir la tenosinovitis de Quervain: una lesión en los tendones del pulgar que se suele dar por un sobreuso de este, porque ahora estamos todo el día tecleando. Cada vez más nos acercamos más al sedentarismo tecnológico.
—¿Dirías que estas lesiones irán en aumento?
—Creo que sí. Se está dando un fenómeno que es ser deportista de redes, es decir, existen muchas personas que les da dopamina ver a gente haciendo deporte en redes sociales o a través de una pantalla, ya sea a través del móvil o una televisión. Gente que ve durante horas Teledeporte, pero que no se levanta del sillón para practicarlo. Es ilógico. Consumes hábitos deportivos, de crecimiento personal o lo que sea, pero después no sales de ese «Para ti» en Tiktok, de ese feed en Instagram o de ese canal de televisión. No lo transportas a la realidad. Y es un fenómeno cada vez más visible.
—¿Existen las contracturas?
—Esto es un melón. El problema se da con lo que la gente de a pie piensa que sucede cuando sufren una contractura. Lo relacionamos con una bola, como algo que está atrapado, cuando tu cuerpo no tiene la capacidad de hacer un nudo. El término contractura, médicamente, te está diciendo que es una contracción permanente de un músculo. Los dos componentes principales que hacen la contracción muscular son la actina y la miosina. Estos dos componentes están muy juntos, todo el rato, y se tienen que mover. Si no lo hacen, no se mueve el músculo. Y esto es imposible. Esto nos pasa cuando nos morimos, por ejemplo. ¿Qué sucede? Que para librarnos de una terminología rara, se le puede llamar contractura. Pero lo importante no es el término, sino entender qué está pasando ahí.
—Debo preguntarte, ¿qué sucede entonces cuando sufrimos una contractura?
—Un músculo tiene un umbral de fatiga. Si te pasas de este, el músculo empieza a dar problemas que se traducen en dolor. El bulto que supuestamente sentimos es algo muy subjetivo. Realmente no existe. El término está mal empleado por eso. Pero, como te digo, hay que ser tolerante. Obviamente la palabra se puede utilizar sin problema, pero interpretarlo como un nudo que hay que desenlazarlo es el error principal.
—¿Sirven de algo los masajes?
—El músculo se comporta como un estado gel, gelatinoso. Cuando empiezas a aplicar movimiento, contacto en la zona, ya sea un masaje o calor, el músculo se reblandece, literalmente. Simplemente si aplicas movimiento en general, no hace falta que te dé un masaje. Al final, es un acto placentero. Hay que entender que el estímulo mecánico del contacto humano, por ejemplo, que te den un abrazo, ya nos provoca placer. De hecho, es algo necesario, a nivel fisiológico se recomienda el contacto físico, el cariño, porque también nos estimula a nivel hormonal. Totalmente a favor de los masajes ante dolores, pero teniendo en cuenta que es una medida a corto plazo. Este es uno de los fallos de muchas personas que vienen al fisio, que se creen que los vamos a «arreglar». El paciente tiene que entender que el fisio no va a hacer eso, sino darte herramientas para que tú intentes ser lo más independiente posible.
—Es frecuente lesionarse la espalda o sufrir dolores en ella. Y ante esto, tumbarse o sentarse para descansar. ¿Lo recomiendas?
—Cómo se actúa ante un dolor es muy personal. Hay varias cosas interesantes. La primera, el término: kinesofobia. La fobia al movimiento es un fenómeno que se puede instaurar. Sufrir dolor es muy incapacitante y puede hacer entrar al paciente en un círculo vicioso, sobre todo cuando se dan en la espalda: empieza a estar discapacitado para muchas cosas en tu vida y esto le provoca una tendencia a tumbarte, provocando que no haga nada. Pero así, el cuerpo se predispone a descansar. ¿Qué se debe de hacer ante un dolor de espalda? Intentar, en la medida de lo posible, seguir con tu actividad.
Para que nos hagamos una idea, una persona encamada durante dos semanas en un hospital puede perder el 30 % de su musculatura. Hay formas de intentar adecuarte a la lesión y poder seguir moviéndote. El reposo absoluto para una persona con dolor de espalda no es una opción. Porque si lo haces, pierdes capacidades como fuerza, coordinación, estabilidad y resistencia, que a tu espalda le vienen fatal. Cuanto más nos movamos, nuestro cuerpo más se activa y más se prepara. Esa es la solución. Ojo, tampoco estoy diciendo de moverse a lo loco, con control.
—¿Existe relación entre el estrés y algunas lesiones?
—Sí. El estrés tensa al ser humano. La estabilidad del ser humano depende mucho de la salud y viceversa. Dentro del estrés hay un proceso que se llama somatización: convertir un sentimiento en un dolor. Y esto está muy estudiado. Sobre todo se va a las espaldas. El estrés seguramente provoque que no tengas tiempo para nada o no tengas ganas. Eso provocará que no entrenes, no te muevas bien y no te alimentes bien. Así se transfieren los hábitos nocivos. Son patrones viciosos siempre y hay mucha relación con la espalda y el cuello. Sobre todo en base a la postura que una persona adopta cuando está estresada, muy de contracción, como de protección y seguridad. El cuerpo se pone en alerta. Por eso cuando somatizas mucho puedes terminar lesionándote. Por no hablar del descanso. El estrés provoca no dormir bien y la principal medida de recuperación del cuerpo humano es el descanso.
—Comentas en el libro que las lesiones de rodilla son frecuentes. ¿Es imposible prevenirlas cuando se practica deporte con frecuencia?
—La rodilla es mi articulación favorita, con diferencia. Pero hay que tener en cuenta que no es un codo. La diferencia que hay es la gravedad y el peso corporal que aguanta esta. Cuando vas andando, en X momento, el que sea, de esa marcha que haces, el 100 % de tu peso pasa por la rodilla. Por eso, algunas lesiones de rodilla se pueden prevenir, pero otras no. Cuando una persona hace un deporte de equipo, como fútbol, baloncesto o lo que sea, nadie está pensando en su rodilla. Uno está pendiente de los factores externos, pero no de los internos. Por eso, a la mínima perturbación que tengas te puedes lesionar. Ese es el problema. ¿Se pueden prevenir? Respuesta corta de nuevo: no. La larga: el único método de prevención de lesiones en la rodilla es entrenar fuerza. Necesitas coordinación y estabilidad. La rodilla está muy expuesta y por eso existen tantas. Por eso, intentar entrenar fuerza al deporte que tú hagas es la prevención. Lo es todo; para cualquier deporte.
—La has mencionado en varias ocasiones en la entrevista, ¿crees que la fuerza es la gran olvidada?
—Creo que hay que insistir mucho más de lo que se insiste. Debemos practicar ejercicio fuerza al mismo nivel que lavarse los dientes. Ya no digo comer, pero no quiero que sea reduccionista. Cada uno lo pone a su nivel, pero yo sí la pondría al mismo que ducharse y lavarse los dientes porque creo que es una necesidad. El cuerpo está hecho para moverse y para incrementar sus capacidades, como la fuerza, el control motor, la velocidad… Y no lo hacemos. Eso nos incapacita en el día a día, solo que en la actualidad nuestra rutina no es la misma que hace 400 años, cuando todo era mucho más físico. Ahora tenemos muchas facilidades. Pero somos más débiles que esas generaciones. Hay que entender la fuerza como un concepto biopsicosocial, que te otorga a ti autoestima: ganas mentalidad, constancia y un hábito. Empiezas a rodear tu vida de un entorno positivo y vas a empezar a conocer gente de un círculo con hábitos positivos. Partiendo de esta base, está totalmente olvidada.