El Ribeira Sacra arrolló al Excentric y asegura la permanencia en la élite

Luis Conde MONFORTE

LEMOS

ALBERTO LÓPEZ

Las jugadoras de Flavio Calafell certificaron ayer uno de los mejores partidos de la temporada La presencia de la búlgara Tsvetanska dio más consistencia al equipo en el apartado de bloqueo

21 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Alejandra García, Mirtha Uribe, María José Garrido, Sanja Smigic, Noelia Sánchez y Kristina Tsvetanska, sexteto inicial, como líbero actuó Alessandra Alves. También jugaron Cristina Postigo y Verónica Contreras. Kristina Bognar, Kelly Nerison, Noelia Esteban, Yasmina Hernández, Soraya Fraga y Cherryl Stinson, -sexteto inicial-, como líbero actuó Nira Pérez. También jugaron Larissa Cundy, Fabiane Aguiar y Beatriz Alonso. Árbitros: Luis Antonio Morales y Francisco Aller (Gijón). Sin complicaciones, a pesar de que tuvieron algunos errores de apreciación. Parciales en cada set: 25-19 (22'), 25-18 (26') y 25-19 (26'). Incidencias: Partido correspondiente a la decimoséptima jornada de la Superliga Española de Voleibol. Media entrada en el pabellón de A Pinguela, en el que se dejó notar una vez más la afición llegada de O Courel, ayuntamiento natal de María José Garrido. El Ribeira Sacra certificó ayer prácticamente su permanencia una temporada más en la Superliga Española de Voleibol, al arrollar al Alvemaca Excentric por un claro 3-0. Dos jugadoras locales, como Alejandra García y Kristina Tsvetanska, bien secundadas por el resto del equipo, fueron suficientes para borrar de la pista a las canarias, que sólo fueron capaces de oponer resistencia a las monfortinas en el primer set, donde lograron sus únicas ventajas (0-3 y 2-4). Sólo aguantaron el tipo Soraya Fraga, que con sus 16 puntos, y Kelly Nerison, que con otros 6, evitaron que el marcador de los tres juegos fuera más escandaloso a favor de las jugadoras que entrena el argentino Flavio Calafell. El segundo set apenas tuvo historia, ya que las ventajas de las locales se establecieron en torno a los cinco puntos. La clave en el excelente bloqueo de las monfortinas, en los errores no forzados de las tinerfeñas y en la excelente aportación de las atacantes del Ribeira Sacra, lo que determinó ese 25-18 final. No obstante, fue en este juego, en el que Calafell echó mano de la lesionada Verónica Contreras, que una vez más demostró su gran profesionalidad, luchando por todos y cada uno de los balones, a pesar de estar mermada físicamente. En el tercer set, las canarias reaccionaron bien, a pesar de que llegaron a estar con un 11-4 en contra. Dos arreones visitantes pusieron el empate en el luminoso (14-14, 15-15). En ese momento, Noelia Sánchez se echó el equipo a la espalda. Secundada por el resto de compañeras, marcó las diferencias en los momentos culminantes, lo que se tradujo en un contundente triunfo local. Alegría Al acabar el partido, la grada estalló de júbilo y aplaudió intensamente a sus jugadoras, que devolvieron el agradecimiento con un acto similar desde la cancha. La permanencia quedó ayer prácticamente sentenciada.