El interés por el biodiésel parece estar fuera de cualquier duda en estos momentos. Por un lado, la intención de contar con alternativas a los combustibles derivados del petróleo anima a los gobiernos a buscar soluciones; por otro, las posibles soluciones y las novedades del sector no pasan inadvertidas: de hecho, una jornada técnica que se celebró ayer por la tarde en Vilalba, organizada por la empresa Deutz-Fahr, reunió a unas 200 personas.
Sin embargo, la apuesta por el biodiésel como opción de futuro todavía contrasta con la escasez de lugares donde se vende. Según explicó Miguel Ángel Menéndez, director de Márketing de la mencionada empresa, en Galicia se puede comprar en 69 estaciones de servicio, mientras que esa posibilidad casi se quintuplica en Cataluña, con más de 300 puntos de venta. Esa descompensación se puede reflejar, como hizo Menéndez, con una frase clara: «Hay más demanda que oferta», dijo.
La situación que se empieza a observar destaca por una incipiente comercialización de vehículos capaces de usar gasóleo y biodiésel. Los que adquieren ese tipo de maquinaria -que pueden ser particulares, pero también instituciones como la Xunta, que acaba de comprar dos tractores- se aseguran mayores posibilidades futuras: Menéndez vaticinó que el que tenga un tractor incapaz de consumir biodiésel acabará encontrándose en desventaja.
El mundo rural, en cabeza
Por otro lado, el director de Márketing de Deutz-Fahr desvinculó la subida del precio de productos alimenticios de primera necesidad -citó en concreto el pan o la leche- de un desvío de la producción de cereales para la elaboración de biodiésel. El reciente incremento del precio de los cereales contrasta, según Menéndez, con la situación de años anteriores: «No se había movido en diez o doce años», explicó. Incluso vaticinó que podría considerarse lógico un precio del cereal que anduviese alrededor de los 0,18 euros por kilogramo.
Por otra parte, la situación del sector de la automoción se caracteriza en estos momentos por un interés por el uso del biodiésel en maquinaria agrícola que no encuentra el mismo eco en otros vehículos. La explicación que ofreció Menéndez a ese hecho se alejó de consideraciones estrictamente técnicas: «¿Quién va a estar más preocupado por el medio ambiente que el agricultor?», se preguntó. En ese sentido destacó que los avances e inquietudes del mundo rural deberían de ser un reflejo para el resto de la sociedad.
La jornada técnica de ayer, que se desarrolló por la tarde, no solo reunió a agricultores, posibles usuarios de vehículos que consuman biocombustibles. También asistieron cargos públicos de la comarca como el alcalde de Vilalba, Gerardo Criado, o el de Castro de Rei, Juan José Díaz Valiño.