El transporte de mercancías por carretera necesita que las empresas cargadoras actualicen sus tarifas. En algunos casos el incremento deberá de ser del 30% para aquellas que llevan años sin aplicar ninguna subida, según explicó ayer la presidenta de Tradime, Carmen Castelao. Esta empresaria alertó de la difícil situación que atraviesa el sector y de los problemas de algunas empresas, que, en caso de que se mantenga, o empeore con nuevas subidas del precio del combustible, se verán abocadas al cierre. Señaló también que algunos están dispuestos a vender, pero no encuentran quien compre.
Para tratar de las medidas que son necesarias para conseguir que las cargadoras actualicen tarifas, Tradime convocó una asamblea para el sábado, a las siete de la tarde, en los locales de la AISS. Están convocados los 280 socios para que expongan su opinión sobre una serie de propuestas que llevará la junta directiva a la reunión.
Decir que no
Carmen Castelao explicó que las empresas tienen que aprender a decir que no cuando el precio de la carga no cubra el servicio, problema que dijo es el principal que afecta a los transportistas. Castelao admitió que las cargadoras saben que, al menos hasta ahora, siempre iba a haber un chófer dispuesto a efectuar el servicio a un precio más bajo.
Una de las propuestas que Tradime llevará a la asamblea será la de analizar las cuentas de explotación y rechazar aquellos viajes que no resulten rentables. «Hai unhas tarifas de referencia -dijo- e todos sabemos a cómo hai que circular. Coa subida do gasóleo, que parece que non vai parar, estamos perdendo cartos»
La presidenta de Tradime puso de manifiesto que el problema se agudiza aún más con los retornos. Explicó que muchos camiones vuelven a la base sin carga, después de haber realizado una ruta nacional porque no les compensa moverse con el precio que les proponen.
Actualización
Castelao insistió que es necesario que las cargadoras actualicen las tarifas, especialmente aquellas que no efectuaron ningún incremento en los últimos años.
Todas las organizaciones de transportistas coinciden en la necesidad de que las cargadoras paguen los precios de referencia que están estipulados.