Las tortugas de Florida se mudan a la laguna de Cospeito

LEMOS

Un colectivo quiere saber cuántos ejemplares hay y estudia retirarlos

10 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Las tortugas propias de aguas más o menos cálidas parecen haber encontrado también acomodo en los humedales de Terra Chá, en donde los rigores invernales se notan más que en otras zonas. La laguna de Cospeito empieza a ser uno de los lugares en los que esos animales instalan su hábitat: así lo aseguran responsables de la Protectora de Animales Exóticos de Galicia y lo corroboran vecinos de la zona habituados a la observación de aves en ese humedal.

La razón no está en una migración emprendida por esos animales en un imposible recorrido de miles de kilómetros. Eduardo Rodríguez, responsable de la mencionada asociación, explicó ayer que la presencia en una laguna como la de Cospeito, de la que se tuvo información hace ya meses, responde a pautas de conducta de quienes desean desprenderse de animales que tienen en sus casas, bien porque se marchan de vacaciones, bien porque su presencia se ha vuelto incómoda. «Los sueltan en el primer lugar», dijo Rodríguez, que advirtió de que se trata más bien de una «invasión biológica».

Lo que se ha visto por la zona parece ser un galápago de Florida, que también puede ser conocido como tortuga de orejas rojas y cuyo nombre científico es Trachemys Scripta Elegans. El número de ejemplares resulta decisivo, pues influye en el ecosistema. Gustavo Martínez, técnico del centro de interpretación de la laguna, aseguró que si el número de ejemplares aumentase, se presentaría un problema: renacuajos o alevines de peces podrían ser su alimento.

Rodríguez apunta que en los últimos tiempos no se importan ya ejemplares de Trachemys Scripta Elegans sino de una variedad muy parecida, habitual en el sur de Estados Unidos.

Posible retirada

Así las cosas, el paso que prevé dar la citada protectora, cuando el tiempo mejore, es desplazarse a la laguna para inspeccionar la situación. El primer paso será comprobar qué número de animales hay, y para ello, como explicó Rodríguez, conviene esperar que suban las temperaturas y los ejemplares salgan de su letargo. El segundo paso, mientras tanto, ya dependerá de otros factores: la asociación está dispuesta a capturar los animales y a retirarlos luego del humedal, si bien para ello precisaría autorización -que está dispuesta a pedir, dijo Rodríguez- por estar la laguna rodeada de una serie de figuras de protección legal.

Si se realiza la retirada, otro paso posterior será su traslado a un lugar adecuado, cuya consecución se está buscando.