
El alcalde recuerda que ya hay un proyecto en marcha de 675.000 euros
15 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La corporación local de Bóveda celebró ayer un pleno extraordinario solicitado por la oposición para estudiar el problema causado por la contaminación del agua del embalse de Vilasouto. El PSOE propuso la puesta en marcha de una comisión para «poñerlle remedio ao problema agora». Por su parte, el alcalde recordó que está en marcha un proyecto para construir una nueva estación de bombeo y mejorar la actual potabilizadora y que las obras tienen un plazo de ejecución de ocho meses.
PSOE y BNG habian solicitado la convocatoria de este pleno después de que la Confederación Hidrográfica Miño-Sil cortase el suministro de agua potable desde el embalse a las parroquias de Vilasouto, Eirexalba y Laiosa. Ayer, ambas formaciones denunciaron que el vecindario de Bóveda está preocupado por esta situación. La portavoz socialista, Carmen Macía, lamentó ayer «a falta de solucións ante un problema que non pode esperar, porque os veciños abren a billa todos os días».
El alcalde, en cambio, se mostró asombrado por estas quejas. José Manuel Arias no le ve sentido a presentar una solicitud de pleno «pedindo literalmente a avaliación da auga e posibles solucións ao abastecemento do concello de Bóved, cando no mes de xaneiro se aprobou un proxecto de 675.000 euros, no que eles se abstiveron en non fixeron ningunha alegación, que foi ratificado polo Consello da Xunta o pasado día 10». El alcalde sostiene que la solución que la oposición pide ya está en mracha y asegura que las analíticas diarias certifican que hasta ahora el agua de la traída municipal es potable.
En cualquier caso, tras el pleno el PSOE hizo público un comunicado en el que muestra sus dudas sobre la eficacia del proyecto pactado por Xunta y Ayuntamiento para solucionar este problema. Carmen Macía sostiene que la zona de la futura captacion de agua para la traída de Bóveda es el lugar al que van «todos os residuos e desaugues de Rubián», y reclama «planificación e medidas que arranxen o problema de xeito definitivo». Macía se desplazó al embalse después del pleno, y allí constató que el agua presenta una coloración rojiza y un «aspecto insalubre».