
Renuncia en pleno la comisión organizadora de los festejos de San Antonio, el barrio en el que se repartió en enero la mayor parte del premio gordo de la lotería del Niño
01 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Lo que cabía esperar este año era un San Antonio por todo lo alto, pero puede que ni siquiera se celebre la fiesta. Los nueve integrantes de la comisión que organizó la del año pasado lo dejan. No quieren seguir, la mayoría por cansancio y otros por problemas familiares y personales. Las del barrio de San Antonio son las segundas fiestas de Monforte, las únicas de las que nunca han dejado de hacerse entre las que se celebraban en los barrios. Por ellas es día no laborable el 13 de junio y en los años buenos reúnen multitudes que podrían competir con las patronales de la ciudad, las que se celebran en agosto. Y además, en esa parte de Monforte está el bar responsable de una buena parte de la lluvia de millones de la última lotería del Niño.
El bar A Nosa Bodeguilla está en el corazón del barrio, en la plaza en la que se colocan las atracciones durante la semana de junio en la que se celebra la fiesta. Fue uno de los seis establecimientos de hostelería de Monforte que vendieron participaciones del 76.254, el número de la lotería nacional premiado el 6 de enero con el gordo del sorteo del Niño. Otros colocaron más décimos, pero ninguno tan valioso como el número cinco de la serie 21, el del «supergordo» de cuarenta millones de euros. Con ese décimo en la cuenta, la Bodeguilla repartió 48 millones de euros. Todos fueron a parar a clientes habituales, en su mayor parte residentes en el barrio.
En la comisión no tocó
«Los nueve de la comisión de fiestas del año pasado somos clientes más o menos habituales de ese bar, pero ninguno habíamos comprado allí lotería para ese sorteo», cuenta Antonio Mougán. Él fue el presidente de la comisión organizadora de las fiestas el año pasado y los dos anteriores. Ni él ni sus compañeros saben directamente de ningún premiado que este año quiera hacer algún donativo especialmente generoso. «Hay quien nos cuenta de alguno que quiere poner más dinero que otros años, pero la verdad es que a nosotros nadie nos ha dicho nada directamente todavía», afirma. La comisión tampoco vendió lotería este año, así que las fiestas no han sacado directamente nada de la lotería.
En cualquier caso, Mougán insiste en que el problema no es el dinero. Ningún año suelen ponerse a organizarlas con más de dos o tres meses de antelación y casi siempre reúnen el presupuesto necesario -entre 30.000 y 35.000 euros, según los años- sin demasiados problemas. «Lo que pasa es que la mayoría llevamos mucho tiempo en esto y estamos cansados», asegura. De los nueve integrantes de la comisión del 2013 solo dos parecían dispuestos a seguir, pero en vista de que el resto de sus compañeros renuncia ellos también lo dejarán. Estas fiestas, aseguran los que las organizan, dan mucho trabajo. «É unha festa complicada, obrígache a andar pedindo polas casas dous ou tres meses, hai problemas de sitio para acomodalo todo, de aparcamento...», explica el último presidente de la comisión.
Lo que quieren es que alguien tome el relevo. Por eso han decidido hacer pública ahora su decisión de no seguir. Para el 13 de junio, el día grande de las fiestas, quedan casi dos meses y medio. No hace mucho, organizaron la fiesta con poco más de quince días de antelación y lo más habitual es que no empiecen a trabajar con intensidad hasta después de semana santa. «Neste momento, quen se queira facer cargo, ten tempo de facelo e pode contar con que algúns de nós poderíamos botar unha man, pero desde fóra», dice Mougán.