
El incremento de las ventas se prolonga ya más de cuatro meses
13 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La euforia desatada por el gordo del sorteo del Niño llenó de colas las administraciones de loterías de Monforte, los despachos de apuestas y hasta los quioscos de la Once. Al día siguiente de que la lotería dejase 120 millones de euros en la comarca, la administración de loterías del barrio de la Estación multiplicaba por cuatro sus ventas habituales. Ellos habían repartido íntegramente el premiado 76.254, así que fueron los que más notaron el tirón, pero no fueron los únicos. Aquello era de esperar. Lo que es un poco más sorprendente es que el entusiasmo parece mantenerse. Eso es al menos lo que se deduce de las cifras. A día de hoy, las ventas del 2014 están un 30% de las del mismo período del 2013.
En concreto, en enero, febrero, marzo y abril, en Monforte se vendieron 1.382.027 euros en Lotería Nacional, Lotería Primitiva, Euromillones, Bonoloto y quinielas. En esos cuatro meses del año pasado, las ventas sumaron 1.059.918 euros. La crisis económica lleva cinco años encogiendo la facturación de la mayoría de las loterías y apuestas del Estado, así que esos 322.109 euros más despachados en Monforte son atribuibles exclusivamente al efecto del gordo.
«Vendemos mucho más»
«Se sigue notando, vendemos mucho más de lo normal», dice Loli Lainez, trabajadora de la administración de lotería número tres, la que desde la calle Concepción Arenal repartió los cuatrocientos décimos del premio. Al día siguiente del sorteo, ellos despacharon 4.754 euros, cuando para ellos lo habitual era 1.200 o 1.300. El incremento ya no es tan acusado, pero sigue habiéndolo. Y no solo para las administraciones de lotería. Cinco meses después del sorteo, las colas ya no son tan largas pero siguen siendo habituales, también en los demás puntos de venta de las distintas apuestas del Estado.
También las hay en el establecimiento de sellado de apuestas que lleva abierto exactamente cinco meses frente a los supermercados de la calle Chantada. Manuel Fuentes, su propietario, está contento con la marcha del negocio, aunque se resiste a relacionar su buen nivel de ventas con el efecto de la lotería del Niño. Cree que tiene más que ver con el lugar en el que está, con trasiego constante gracias sobre todo a la actividad de los dos hipermercados que tiene enfrente. «En nuestra anterior ubicación en la calle Roberto Baamonde -dice Fuentes- estábamos en el lugar 140 del ránking provincial de facturación semanal, pero ahora solemos ser los cuartos que más vendemos de todos los establecimientos de esta clase que hay en Lugo».