«Nós queremos pisos tutelados para que se sintan como na casa»

Suso Varela Pérez
s.v. LUGO / LA VOZ

LEMOS

18 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El alcalde popular de Portomarín, Juan Serrano, tiene claro el modelo que quiere para su municipio: apartamentos tutelados para personas con un grado de dependencia moderada. «Están en su municipio, cerca de su familia y vecinos, se sienten útiles, con un pequeño huerto, con un piso con cocina y sala para recibir a sus hijos, y luego con zonas en común que están atendidas por personal municipal».

Juan Serrano tuvo claro que el modelo de una residencia como se construye en otros puntos de la provincia no era ni válido ni viable económicamente. «Houbo unha época na que cada alcalde quería ter un polígono industrial, unha piscina, unha residencia... e creo que chegou o momento de que se faga un gran pacto xeriátrico Deputación e Xunta para deseñar un plan provincial». Serrano señala que con el modelo que quiere aplicar la Diputación «non saen as contas, porque son prezos por persoa moi altos e as pensións, son o que son».

El alcalde de Portomarín considera que el modelo de pisos tutelados que quieren poner en marcha en su municipio tendría que estar complementado con residencias supramunicipales a la que ya fueran los mayores con un alto grado de dependencia, pero mientras cree que los ancianos lucenses, por su forma de ser, prefieren vivir de manera autónoma. «En Portomarín desbotamos a idea de facelos pisos na Casa do Médico polo seu custe, por iso imos facer unha construción nova, na que basicamente funcionará como un aluguer dun piso e como unha comunidade de veciños, cuns servizos mínimos comúns. Se metemos os maiores nunha residencia, morren. ¡E que son os nosos pais!».

Serrano recuerda que en Castilla y León ya se dieron pasos hace dos años para reconvertir las residencias clásicas de mayores en hogares de mayores. Funcionan como unidades de convivencia e incluso, los centros que se construyen nuevo tienen que estar adaptados a la vida de la persona que entra desde el primer día. Puede entrar de manera «válida», y si se convierte en dependiente, puede continuar en ese centro sin necesidad de cambiarse a otro. «Pero aquí todos miran para o ombligo», se lamenta el alcalde de Portomarín.

«Cada alcalde quere un polígono,

unha piscina, unha residencia. É inviable. Urxe un pacto Deputación e Xunta»