¿Cuándo vivieron los neandertales de Cova Eirós?

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Roi Fernández

Una nueva campaña arqueológica trata de precisar al máximo la cronología del yacimiento paleolítico de Triacastela

11 ago 2017 . Actualizado a las 08:12 h.

La nueva campaña de excavaciones en el yacimiento paleolítico de Cova Eirós -en Triacastela- se encuentra a mitad de camino y ya ha proporcionado una considerable cantidad de materiales arqueólogicos. Desde que comenzaron los trabajos, el 31 de agosto, los investigadores han desenterrado cerca de un millar de piezas, entre las que hay industrias líticas y fósiles de animales. Estos últimos elementos serán utilizados para revisar la cronología de las ocupaciones del hombre de Neandertal en la cueva, que con anterioridad fueron datadas de forma errónea.

El equipo que lleva a cabo las excavaciones está trabajando actualmente en dos niveles arqueológicos correspondientes a distintas épocas. Al más reciente de ellos -el nivel 3- se le atribuyó inicialmente una antigüedad de en torno a 84.000 años. El más antiguo se dató en principio hace unos 118.000 años. Estas dataciones fueron realizadas hace años con la técnica OSL o de termoluminiscencia del cuarzo, pero con el paso del tiempo se fue haciendo cada vez más evidente que se había producido un fallo en estos análisis. Ni la tecnología de las industrias neandertales ni los fósiles hallados en estos dos niveles parecían ser tan antiguos. El año pasado se realizó una nueva datación del nivel 3 -esta vez con el método del carbono 14- que le asignó una antigüedad de en torno a 40.000 años, una época en la que las poblaciones neandertales de Europa occidental comenzaron a extinguirse y a ser reemplazadas por el Homo sapiens moderno.

Una época más reciente

Xosé Pedro Rodríguez y Arturo de Lombera, codirectores de las excavaciones, señalan que lo más probable es que suceda lo mismo con el nivel 4 y que en realidad sea mucho más reciente de lo que se supuso en un principio. «Seguramente no es mucho más antiguo que el nivel 3 y pensamos que podría tener entre 40.000 y 50.000 años», señalan los arqueólogos.

Para saberlo con más seguridad se llevará a cabo otra datación con carbono 14 de algunos de los fósiles de animales que se están recuperando en la actual campaña en el nivel 4. Los análisis se realizarán en un laboratorio de Oxford que está especializado en dataciones de yacimientos de este período prehistórico, el de la transición entre el Paleolítico Medio y el Superior, en el que los neandertales fueron desapareciendo de forma paulatina mientras los humanos anatómicamente modernos -procedentes de África y Oriente Medio- iban extendiéndose por el continente.

Según indican los arqueólogos, los resultados de estos nuevos análisis tardarán algún tiempo en conocerse, tal vez cerca de un año, ya que el mencionado laboratorio británico sigue unos protocolos especialmente complejos con el fin de conseguir unas dataciones lo más afinadas posible de los yacimientos arqueológicos. Los restos orgánicos del período al que supuestamente pertenece el nivel 4 de Cova Eirós son particularmente difíciles de datar, ya que el límite cronológico del carbono 14 se sitúa en torno a los cuarenta milenios.

Aunque los resultados de los análisis con carbono 14 se hagan esperar, los responsables del proyecto arqueológico -coordinado por la Universidade de Santiago y financiado por la Consellería de Cultura- consideran de especial importancia conseguir la máxima precisión en la cronología del referido nivel 4 para obtener un panorama fiable de las ocupaciones neandertales en la montaña lucense.

Un período con un clima más frío que el actual

Uno de los aspectos que hizo dudar a los investigadores de la veracidad de los resultados de las primeras dataciones radiométricas del yacimiento neandertal de Cova Eirós fue el estudio de la llamada microfauna fósil. Los animales de pequeño tamaño -reptiles, anfibios y micromamíferos como los ratones o los topillos- son muy sensibles a los cambios climáticos y la presencia o ausencia de ciertas especies en un yacimiento puede proporcionar indicios claros acerca de los climas de épocas remotas. Los arqueólogos señalan que la fauna fósil de este tipo hallada los niveles 3 y 4 es propia de épocas más frías que la actual. «Ese clima frío se corresponde con el que hubo hace unos 40.000 años, pero no con el de hace 84.000 o 118.000 años, que fueron épocas con unas condiciones climáticas más cálidas, muy parecidas a las de ahora», explican.

 

Fósiles de animales

Entre los restos fósiles hallados este mes en las excavaciones de Cova Eirós hay huesos de cérvidos, caballos, zorros y osos cavernarios, entre otras especies. Los arqueólogos hallaron también un molar de rinoceronte, un animal del que ya habían aparecido anteriormente otros vestigios en la gruta. Para los futuros análisis con carbono 14, los investigadores seleccionarán huesos que muestren indicios de haber sido fracturados o raspados de forma intencionada con útiles de piedra, lo que prueba que fueron consumidos por los habitantes neandertales de la cueva. A la izquierda, un fragmento de hueso de herbívoro que fue desenterrado ayer y que parece mostrar señales de haber sido manipulado por humanos