Preocupación en institutos y colegios de Monforte por la vuelta a clase

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Un grupo de estudiantes del instituto A Pinguela, frente al centro durante los exámenes de junio
Un grupo de estudiantes del instituto A Pinguela, frente al centro durante los exámenes de junio CARLOS CORTÉS

Algunos directores se inclinan por retrasar o escalonar el inicio del curso

31 ago 2020 . Actualizado a las 12:43 h.

Los directores de los ocho colegios e institutos de Monforte mantendrán una reunión para debatir la situación que se les presenta de cara al inicio del nuevo curso escolar. Entre los máximos responsables de los centros educativos de Monforte hay preocupación por el brote de coronavirus que permanece activo en esta localidad y las consecuencias que pueda tener en el inicio del curso.

La reunión no tiene un orden del día previo ni al parecer los directores tienen todos la misma opinión sobre las medidas a adoptar para que las clases empiecen con garantías. En todo caso, algunos de ellos son partidarios de solicitar a la Consellería de Educación que en Monforte se retrase el comienzo del curso de forma excepcional y dada la existencia de este brote local de coronavirus, que en doce días ha contagiado a 101 personas. O al menos, si no un retraso generalizado, sí una vuelta a las aulas escalonada por cursos. «Isto permitiría -explica uno de los convocados a la reunión del lunes- ir traballando con cada grupo as novas normas de actuación que imos ter que respectar todos».

A la reunión asistirán en principio los directores de todos los centros educativos de Monforte, cinco de ellos públicos y tres concertados. Se trata de los máximos responsables de los institutos Río Cabe, Daviña Rey y A Pinguela y de los colegios Novo, A Gándara, Escolapios, Ferroviario y Torre de Lemos. Todos parecen estar de acuerdo a priori con que este curso se desarrolle de forma 100% presencial y con el calendario lectivo al completo, aunque sea con la excepción de los primeros días, en caso de que finalmente decidan pedir un aplazamiento.

Los que defienden esta posibilidad argumentan que en casos como el brote de Monforte, incluso después de llegar al pico máximo de casos, es preciso esperar quince días para que el riesgo se reduzca de forma significativa.