¡Gracias, míster!

LEMOS

CARLOS CORTES

26 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Se acaba una etapa en el Club Lemos. Edu Rodríguez pone punto y final a cuatro temporadas intensas en el banquillo de uno de los históricos del fútbol gallego. El monfortino se marcha y deja un legado deportivo que era impensable cuando hace cuatro temporadas el Lemos era un auténtico solar, tanto en lo económico como en lo deportivo.

Rodríguez cumplió con creces lo que se le pidió. Llegó para reflotar la nave y lo hizo. Confeccionó una plantilla de la nada, le dio una identidad futbolística al equipo y consiguió los objetivos. Ya estuvo a punto de ascender al Lemos a Preferente en su primera temporada, pero la derrota ante el Foz en A Pinguela lo privó del salto de categoría. Fue un duro golpe, pero el equipo se sobrepuso y el proyecto en ningún momento se desvió de la hoja de ruta inicial.

Después de analizar la temporada y realizar un diagnóstico de la situación, Edu incorporó a futbolistas que le dieron un salto de calidad a la plantilla, y acertó. En su segunda campaña llevó al Lemos a la Preferente, y lo más importante, lo hizo jugando bien al fútbol.

En su tercera temporada logró la permanencia, objetivo prioritario. Es verdad que llegó la pandemia, pero cuando se paralizó la competición el equipo estaba fuera de puestos de descenso directo y de posibles arrastres.

Esta temporada, el club decidió competir en la liga exprés. El objetivo era clasificarse para la fase de ascenso, algo que se presenta complicado. El equipo no respondió en partidos clave. Y eso lo admite Rodríguez, que quedó muy tocado, sobre todo por el empate ante la Residencia. Más incluso que cuando se escapó aquel ascenso ante el Foz.

El cómputo global es más que positivo. La nota: un sobresaliente. Dio protagonismo a futbolistas de la comarca, que respondieron; dotó al equipo de un estilo de juego vistoso y combinativo; fue clave en la creación del Lemos B; y demostró un compromiso al alcance de pocos. Si el entrenamiento era a las ocho y media, Edu ya estaba a las seis. Es solo un ejemplo. Llegó sin ser lemista, pero se va con un gran sentimiento de club.

¡Míster, muchas gracias por devolver la alegría a los lemistas! ¡Mucha suerte allá donde vayas!