El monfortino Manu Torres destaca la implicación y el apoyo del propietario en el proyecto del club
13 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Se acabó la temporada para el Andorra. El equipo de Gerard Piqué cumplió su principal objetivo de la temporada: dar el salto a la Primera RFEF. En la consecución de esta meta fue clave el cuadro técnico encabezado por Eder Sarabia y su segundo, el monfortino Manu Torres. Se hicieron cargo del equipo hace cuatro meses y media, y no solo lo llevaron a dar un salto de categoría, sino que se quedaron a dos partido de la Segunda División. Sucumbieron ante la Real Sociedad B de Xabi Alonso.
Torres está contento con esta experiencia, que tendrá continuidad la próxima campaña, ya que los técnicos firmaron por dos. «Estamos moi ledos por traballar nun proxecto que medra a pasos axigantados, e que podo dicir que non ten teito. Somos o equipo da categoría que temos a proposta de xogo máis atractiva», indica el técnico monfortino.
El preparador local reconoce que resulta sencillo trabajar en un club como el Andorra, en el que el máximo propietario, en este caso Gerard Piqué, está completamente implicado con el proyecto. «Está no día a día do Andorra. Infórmase de todo e sabe o que pasa no día a día. Axúdanos en todo o que pode», añade Torres.
Ideas claras
El monfortino destaca la cercanía del central del FC Barcelona, con el que ha coincidido en varias ocasiones. «O trato é moi cercano e falamos con frecuencia. Xa tivemos algunha que outra comida de traballo. Piqué é un home de fútbol e sabe perfectamente o que quere», afirma.
Eder Sarabia y Manu Torres están encantados con el hecho de competir la próxima campaña en una categoría tan potente como la Primera RFEF. «Quedamos ás portas da Segunda División, pero conseguimos un premio engadido. Imos competir nunha Primeira RFEF na que estarán cinco filiais e equipos da talla do Albacete. Será unha categoría atractiva», señala.
Para Torres esta fue su primera experiencia como segundo de Eder Sarabia. «Traballar con Eder e con Jon é espectacular, unha experiencia que tiña moitas ganas de vivir», asegura.
La temporada terminó, pero Torres, que aún sigue en Andorra antes de desplazarse a Monforte para pasar unos días de vacaciones con su familia, está trabajando en la planificación de la próxima temporada. «Para un adestrador non hai vacacións, e este período é o que adicamos a planificar a vindeira tempada, analizando aqueles futbolistas que poden interesar. De todos os xeitos, si que estarei en Monforte a última semana deste mes e os primeiros días de xullo, porque a pretempada iniciámola o día 8», concluye Torres.
Con 45 años, el entrenador monfortino vive uno de los mejores momentos de su carrera deportiva. Manu Torres cuenta con una amplia experiencia en las categorías inferiores, ya que durante muchos años estuvo trabajando en la cantera del Villarreal, club en el que coincidió con Eder Sarabia.
Los entrenadores de la Ribeira Sacra triunfan en España y en el extranjero
Hay cantera de entrenadores en el fútbol comarcal. Manu Torres es un claro ejemplo. Desde que empezó en este ámbito, el monfortino no dudó en seguir formándose y en dar un salto de calidad. Su paso por la cantera del Villarreal fue determinante en su evolución como técnico, lo que ahora mismo se ha traducido en su función de segundo entrenador de Eder Sarabia en el Andorra. El soberino Mario Rodríguez triunfa en el fútbol andaluz y ya cuenta con una hoja de servicios destacada, en la que destaca el ascenso de La Palma, un club histórico a Tercera División. El preparador local dejó huella en su paso por el Calasancio, entidad de la que fue director deportivo.
El técnico de Pantón, Borja Montero, con amplia experiencia en el fútbol chino, triunfa ahora en Kuwait. Pero además del fútbol, también hay buena materia prima en el fútbol sala. Es el caso del chantadino Héctor Souto, que tras su etapa exitosa en Vietnam, acaba de incorporarse al fútbol sala de Indonesia.
Y lo más importante es que las generaciones de jóvenes entrenadores pisan fuerte. Cada vez son más los jóvenes futbolistas que comienzan a prepararse para trabajar con los más pequeños y estar listos para entrenar cuando dejen de jugar.