El mayor embalse de Galicia olvida el estiaje y se llena a toda velocidad

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

La central de Belesar retiene agua por la lluvia, pero también a la necesidad de mantener bajo el nivel de Os Peares

31 oct 2023 . Actualizado a las 13:31 h.

Hace solo dos semanas, el embalse de Belesar acababa de caer por debajo del 30% de llenado. Poco antes terminaba la época de estiaje y lo hacía además después de un verano especialmente seco, pero las tornas han cambiado muy rápido. En estas dos últimas semanas, el mayor embalse de Galicia ha recuperado agua a un ritmo inusualmente rápido.

Belesar guardaba a última hora de la tarde de ayer 318 hectómetros cúbicos de agua. Su capacidad total es 655, así que está al 48%. Puede parecer poco, pero está claramente por encima del 29%, que es su marca habitual en esta época del año. Aunque lo más llamativo es que ese 48% supera por mucho el porcentaje de llenado que presentaba este embalse a mediados de mes. El 15 de octubre marcaba el 29%, con 193 hectómetros cúbicos de agua.

Las lluvias incesantes han tenido mucho que ver, pero no son la única explicación. La otra causa está en la bajada de nivel forzada por razones técnicas de Os Peares, el siguiente embalse del Miño. En cualquier caso, Belesar era este domingo el embalse que más rápido estaba acumulando agua, no solo en Galicia sino también en el conjunto del sistema hidroeléctrico español.

En Naturgy, la empresa que explota la central hidroeléctrica de Belesar, explican que todos los años después del verano tratan de ir recuperando cota para conseguir que el embalse funcione de forma óptima. En este 2023 resulta técnicamente posible hacerlo. Octubre, el primer mes del año hídrico 2023-2024 empezó seco, pero esta segunda quincena está lloviendo tanto que el balance final va a ser claramente positivo.

Por ejemplo, la estación que la agencia estatal de meteorología tiene en O Saviñao, una de las más cercanas a la presa de Belesar, registraba ayer 165 litros por metro cuadrado acumulados en todo el mes de octubre. Faltan los datos de hoy, pero esa cifra ya supera en un 61% la media de los 10 últimos años en esa estación, que está en 102 litros.

En cuanto a la otra causa de este rápido llenado, fuentes de Naturgy recuerdan que la explotación hidroeléctrica de las centrales de Belesar y Os Peares se realiza siempre de forma conjunta. En Os Peares, Naturgy está bajando el nivel del agua para poder hacer unos trabajos de mantenimiento en la presa. Para bajar la cota de Os Peares, la aportación de agua que llega a ese embalse desde Belesar tiene que ser limitada.

La mayor central del Sil suma 12 hectómetros cúbicos más en solo 24 horas

La clasificación de los embalses que más rápido ganan o pierden agua es efímera porque la lista es muy grande y las oscilaciones continuas. De hecho, el lunes por la mañana Belesar ya no estaba en el primer puesto, sino en el séptimo, y en el ránking se colaba Santo Estevo, el mayor embalse del tramo gallego del Sil y el segundo más grande de la Ribeira Sacra, tras Belesar. La red de centrales que explota en el río Sil la empresa Iberdrola también está notando esta lluviosa segunda quincena de octubre.

Incluso en este contexto de crecida general de niveles, llama la atención el incremento experimentado en apenas 24 horas en el volumen del agua embalsada en Santo Estevo. Este embalse amanecía el lunes con 12 hectómetros cúbicos de agua más de los que tenía el domingo por la mañana. Es un incremento equivalente al 6% de su capacidad total. Santo Estevo tiene ahora 189 hectómetros cúbicos de agua, el 88% de su capacidad total.

El hueco que puede hacer falta

En Iberdrola explican que esta acumulación de agua en Santo Estevo no tiene que ver con ninguna necesidad extraordinaria, ni tampoco con ningún imprevisto técnico. Se trata simplemente de los movimientos habituales en los denominados embalses de regulación, los más grandes de cada tramo de río, que en el caso del Sil gallego es Santo Estevo. Estos embalses de regulación, añaden desde esta empresa, se mantienen los embalses de regulación con hueco suficiente para asumir caudales inusualmente altos en caso de lluvias intensas o persistentes, como ocurre desde hace un par de semanas.