El convento de Santa Clara guarda una carta de la escritora María de Zayas, descubierta por la historiadora Manuela Sáez, que aclara aspectos desconocidos de su biografía
17 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.En el archivo del convento de Santa Clara de Monforte se conservan unos documentos —hasta ahora inéditos— que están directamente relacionados con María de Zayas y Sotomayor, considerada como la escritora más importante del Siglo de Oro español. Uno de ellos es una carta escrita por ella misma que aclara importantes aspectos de su biografía, de la que se sabe muy poco. El hallazgo fue realizado por la historiadora monfortina Manuela Sáez, que ha publicado un trabajo sobre estos documentos en la revista digital eHumanista, publicada por Universidad de California en Santa Bárbara.
Según explica Sáez, la escritora —nacida en Madrid en 1590— era hija de Fernando de Zayas, que fue mayordomo del séptimo conde de Lemos, Pedro Fernández de Castro. «Fernando de Zayas tuvo una relación muy estrecha con el conde, lo acompañó en Nápoles durante su mandato como virrey y después de la muerte de Pedro Fernández de Castro siguió al servicio de su viuda, Catalina de la Cerda», dice. Tanto el conde como la condesa lo nombraron en sus respectivos testamentos.
Una petición de ayuda
La carta de María de Zayas descubierta en Monforte está fechada en Madrid el 31 de julio de 1652 y fue dirigida a la familia de los condes de Lemos. El objetivo de esta misiva, dice Manuela Sáez, era pedir auxilio, ya que —según dice la propia escritora— por entonces estaba enferma y carecía de recursos económicos. En la carta recuerda «las obligaciones que la casa de Lemos tuvo a mi padre en treinta años que asistió en ella».
La historiadora apunta que esta petición de ayuda aclara la situación en la que se encontró María de Zayas en sus últimos años y también la fecha de su muerte. «Hace mucho tiempo se encontró un documento que indica que una mujer con este nombre, que era muy común en esa época, fue enterrada en Madrid en enero de 1653 en estado de pobreza y hubo investigadores que dudaban de que fuese ella, porque no creían que una escritora célebre hubiese llegado a esa situación, pero la carta muestra que fue así», dice.
Sáez apunta además que en la carta, la escritora se refiere dos veces a sí misma como «doncella», es decir, soltera. «Hasta ahora no se sabía si estuvo casada o si había enviudado, y algunos estudiosos que creyeron que había ingresado en un convento, pero ahora queda claro que murió estando soltera y que no se hizo monja», agrega.
Estancia en Nápoles
Otro documento hallado por Sáez en el archivo del convento monfortino indica que María de Zayas vivió en Nápoles durante el mandato como virrey del séptimo conde de Lemos en la ciudad italiana. «Este documento fue redactado por la condesa Catalina de la Cerda y menciona a los servidores que los acompañaron a ella y a su marido cuando regresaron a España», dice. «En él se habla de ‘Fernando de Zayas y familia', lo que indica que su hija formaba parte de esa comitiva», añade. En su obra literaria, María de Zayas —dice asimismo Sáez— muestra un amplio conocimiento de la realidad italiana de la época. «Esos conocimientos los tuvo que adquirir sin duda durante la estancia de su familia en Nápoles con los condes de Lemos», agrega.
La historiadora también descubrió documentos que muestran que Fernando de Zayas vivió durante un tiempo en Monforte estando al servicio de los condes después de regresar de Nápoles. «El documento habla de él y de otros servidores que vivieron en una casa alquilada, porque en el palacio de San Vicente do Pino no había sitio suficiente para alojarlos a todos, pero su mujer y su hija María no estaban entonces con él y vivían en otro lugar, seguramente en Madrid», concluye.
Una figura olvidada que vuelve a despertar amplio interés
María de Zayas es conocida sobre todo por su obra Novelas amorosas y ejemplares —publicada por primera vez en Zaragoza en 1637—, una colección de relatos que muestra la influencia de Cervantes y Boccaccio. Diez años después apareció una segunda parte de esta obra, conocida por el título de Desengaños amorosos. La autora escribió además una comedia titulada La traición en la amistad y varios poemas que aparecieron en diversas antologías.
La escritora, muy leída y ampliamente conocida en su tiempo, fue elogiada por Lope de Vega y Alonso de Castillo Solórzano, quien la denominó «Sibila de Madrid». No obstante, la publicación de sus obras —acusadas de libertinaje y obscenidad— fue prohibida por la Inquisición en el siglo XVIII. La autora cayó en el olvido, aunque fue reivindicada por Emilia Pardo Bazán. «En España no se supo casi nada de ella durante mucho tiempo, era muy difícil encontrar sus libros y nadie se interesó por investigar su biografía», dice Manuela Sáez. «Cuando se hablaba de ella era para considerarla como una autora menor, una curiosidad sin importancia que no merecía mayor atención», añade la historiadora.
Pero en los últimos tiempos, dice asimismo Sáez, la obra de María de Zayas ha despertado un gran interés en España y en otros países tanto por su calidad literaria como por su carácter de precursora del feminismo. «Hace pocos años, por ejemplo, le dedicaron un congreso en la universidad francesa Sorbonne Nouvelle y en el mundo académico están apareciendo muchos estudios sobre su obra», señala.
En el mismo número de la revista eHumanista en el que apareció el trabajo de Manuela Sáez —el volumen 55 de esta publicación— figura también un artículo sobre María de Zayas escrito por Donatella Gagliardi, profesora de literatura española en la universidad napolitana L'Orientale. Gagliardi califica de «excepcional» el hallazgo de los documentos en el archivo del convento de Monforte y dice que «con toda seguridad va a marcar un antes y un después en las investigaciones zayescas». La revista en la que se publicaron los estudios de Manuela Sáez y Donatella Gagliardi se puede consultar en internet en la dirección ehumanista.ucsb.edu/volumes/55.