Los animales devoraron el maíz recién plantado en un campo de Insua
23 may 2024 . Actualizado a las 19:02 h.Los jabalíes han vuelto a causar destrozos en cultivos de Taboada, un municipio donde se registran con frecuencia ataques de estos animales. En este caso se trata de una finca del ganadero Santiago Gómez Cadahía, en la parroquia de Insua. El propietario sembró maíz en uno de sus terrenos hace unos quince días. Al cabo de poco tiempo, los jabalíes ha comido todos los brotes que plantó, una superficie de unos tres cuartos de hectárea de extensión.
Con el tiempo lluvioso de las últimas semanas, explica Gómez, el maíz tarda más tiempo del normal en germinar. «Ao primeiro os xabarís non viñan, pero si que o fixeron despois», señala. Los animales, apunta el ganadero, se comieron los granos y desdeñaron el resto de la planta. El maíz, añade, estaba tratado para repeler jabalíes y cuervos, pero eso no ha servido para frenar los ataques.
El ganadero lamenta por una parte la pérdida económica que le ha supuesto esta incursión. «Aparte do gasto que supón comprar o millo, hai que contar o que custan o abono, o combustible e os repostos da máquina que utilizo para preparar o terreo, ademais das horas de traballo que fan falta para sementar», apunta. Pero también le preocupa el riesgo que supone la presencia de jabalíes para la seguridad del tráfico en la zona. «Hai que ter en conta que esta finca non está illada no medio do monte, senón que está xusto ao lado dunha estrada provincial pola que pasan bastantes coches», dice. Se trata de la carretera LU-611, que discurre desde Palas de Rei hasta Rubián, en el municipio de Bóveda. «O mesmo que os xabarís se meten no meu campo para comer o millo tamén poden cruzarse con calquera vehículo e causar un accidente», comenta.
Ataques frecuentes
Santiago Gómez dice por otra parte que las incursiones de los jabalíes también son frecuentes en los sembrados de patatas y en las huertas de la localidad. «Nunca botamos patacas nin sementamos na horta sen pechar antes os terreos porque senón acaban con todo», afirma. En fechas recientes, señala por otro lado, pudo ver uno de estos animales deambulando por la localidad hacia las diez de la noche. «Estaba como a vinte metros das rodas do meu tractor e iso é algo moi normal porque se moven moito por esta zona», recuerda.
A juicio del ganadero, sería necesario tomar medidas para reducir la presencia de los jabalíes en esta parte del municipio y limitar los daños a la agricultura. Los perjuicios causados por el reciente ataque en sus terrenos, dice, «non se poden considerar como un dano ocasional, porque estas cousas están sucedendo aquí continuamente». La situación, según Santiago Gómez, no ha cambiado en este aspecto durante los últimos años. «Estámonos queixando todos os anos polos danos que provocan estes animais, pero non serve de nada porque o problema non se resolve e as axudas que poden dar para compensar os danos non valen de moito», dice. «É un problema moi serio, porque nestas condicións faise moi difícil vivir no campo e ademais está o perigo de que os xabaríns causen accidentes graves de circulación», agrega.