Tres alpinistas del Club Buxán coronaron el pasado lunes los 4.810 metros del Mont Blanc
13 jul 2024 . Actualizado a las 11:29 h.Tres montañeros de la comarca de Lemos coronaron esta semana la cima del Mont Blanc, que es con sus 4.810 metros el monte más alto de la cordillera de los Alpes. Manuel Viéitez, de Sober; Tomás Porto, de Pantón, y José Manuel Prieto, de Monforte, cumplieron su objetivo después de ocho horas de ascenso. Nada más llegar se dieron un abrazo, sacaron alguna foto y poco más. «Facía moito vento e xa comezaba a doernos a cabeza, polo que pouco tempo estivemos. Pero estamos moi ledos de ter coronado esta cima», comenta el monfortino José Manuel Prieto, uno de los montañeros.
Prieto explica como surgió todo. «Isto xurdíu a raíz dunha das saídas que fixen hai anos. Propúxenlle a idea de facer a ascensión aos compañeiros, e en marzo puxémonos man á obra», dice.
La planificación consistió en elegir ruta, comprar material, buscar el refugio y contactar con el campamento base en Chamonix. Después vinieron meses de entrenamientos intensos en O Incio.
Los tres alpinistas llegaron el pasado viernes a Francia. Los acompañó Marcos González, el reciente campeón de España de piragüismo. Se establecieron en el refugio Cosmiques, ubicado a 3.600 metros de altura. El sábado hicieron la primera salida, la de aclimatación. Partieron de Aiguille du Midi, el mirador más alto de los Alpes. «Fixemos un tramo de ruta, pero o tempo non acompañou. Había 40 centímetros de neve, e o vento soplaba bastante. Regresamos á base, onde durmimos», afirma Prieto.
El domingo pretendían acometer la aventura, pero lo descartaron, ya que había mucho riesgo de avalancha, grietas y la nieve no estaba asentada. Y el lunes fue el día D.
Partieron a las dos de la madrugada. Finalmente, Marcos González no subió. Se quedó de apoyo informando del tiempo. «Fixemos a ascensión de noite, porque aí a neve está máis dura. Inclinámonos pola ruta dos tres montes, porque era máis técnica», indica.
Atravesaron el Mont Blanc du Tacul (4.248 metros), Mont Maudit (4.465 metros) —es el punto negro de la ruta—. Ahí quedaban 400 metros de sufrimiento, los acometieron y coronaron la cima. «Chegar aí foi unha emoción moi grande», concluye Prieto, que ya piensa en la posibilidad de repetir la experiencia, pero en los Andes.