Alberto Stroni, último técnico que logró el ascenso del Lemos a Tercera: «Fue una etapa bonita en la que todos remábamos en la misma dirección»
LEMOS

El albanés destaca la profesionalidad del plantel como clave del ascenso de hace dos décadas
12 jun 2025 . Actualizado a las 17:55 h.Se cumplen dos décadas del último ascenso del Lemos a Tercera División. El artífice de aquel regreso del equipo monfortino a su categoría natural fue Albert Stroni desde el banquillo. Primero lo dio todo como futbolista y después hizo lo mismo como entrenador. El exdelantero albanés analiza después de veinte años lo que supuso aquel ascenso.
—¿Qué recuerdos tiene de aquel ascenso en Salceda de Caselas?
—Fue una etapa muy bonita en la que todos los estamentos del club tiraban en la misma dirección. A nivel deportivo teníamos una buena plantilla, pero estoy seguro que a lo largo de estos años hubo plantillas tan buenas como aquella, y sin embargo no han conseguido ascender. Eso demuestra, y viendo en perspectiva, que hicimos un muy buen trabajo y sobre todo conseguimos que el equipo fuera lo mas profesional que te permite esta categoría.
—¿Dónde estuvo la clave del ascenso?
—La clave fue un poco la organización, la planificación y un trabajo muy serio y profesional, y la implicación de todos tanto jugadores, como directivos y afición. A nivel deportivo, el hecho de darme libertad y responsabilidad no solo como entrenador, sino como un mánager ayudó y mucho a la manera de plantear mi forma de trabajar, sin escuchar referencias externas que podían desviarnos. Cuando hablo de mi también hablo de Oscar Capilla, que hizo un trabajo extraordinario
—¿Cómo era aquel equipo en el que había bastantes futbolistas de la zona?
—Mantuvimos la estructura de la plantilla o anterior y fichamos dos jugadores muy contrastados como César e Iván González. Y tuvimos la suerte de tener los mejores futbolistas de la zona en muchos años. Ahí estuvieron Néstor, Davicín, Iago, Quiroguita, Vico, y pido disculpas si olvido alguno. Era un equipo confeccionado para jugar bien y la calidad suficiente arriba para ganar partidos. Luego, durante la temporada hicimos debutar a muchos jugadores de Calasancio, pero nunca como una obligación forzada por la masa social sino porque lo merecían.
—¿Por qué cree que tras veinte años el Lemos no ha vuelto ascender a Tercera División?
—Tengo mi opinión, obviamente, pero me lo voy a reservar, ya que creo que no ayudaría al club. Al contrajo, crearía mas división. Eso me lo voy a guardar.
—¿Cómo ha visto la trayectoria del Lemos todos estos años?
—No puedo opinar de los equipos de los últimos años. Solo lo vi hace dos años media hora de un partido contra la Sarriana.
—¿Qué cree que falta para que el Lemos regrese a Tercera División?
—Buena pregunta, pero no puedo opinar, sobre todo porque que hace falta conocimiento y esa es una palabra muy amplia.
—¿Sigue la trayectoria del Lemos?
—No sigo la trayectoria de Lemos. Mi hijo y mi negocio ocupan todo mi tiempo.
—Resulta extraño que jugadores como usted que lo han sido en el Lemos estén alejados del club.
—No me sorprende que no esté en el fútbol. No soy muy manejable ni manipulable, y eso no gusta.
—¿Le gustaría regresar algún día al Lemos como técnico, presidente o directivo?
—No me gusta ser rotundo en esta respuesta, pero tendría que darse un clima propicio y estar rodeado de gente de confianza.
—¿Cuál fue el mejor futbolista que entrenó?
—Fueron varios. No me gustaría destacar uno. El año del ascenso, destacó Iván González, el delantero de Lugo. Era un jugador diferente y que todo lo hacia fácil. El ultimo año que entrené, que fue la temporada en la que casi desaparece el Lemos, y lo cogimos en el último momento, destaco a Ríos. Era un jugador que a veces soñaba con el que jugaba en Primera División. Solo tenía un problema, que el no se lo creía y no sabia lo bueno que era. Tenía una calidad increíble.
—¿Cuántos goles marcó en su etapa como jugador del Lemos?
—No se muy bien los goles que marqué, pero creo que fueron sobre 120.
—¿Cuántos años estuvo en el Lemos?
—Estuve cuatro temporadas en una primera etapa, y después, otras dos campañas y media como jugador y entrenador. Sin duda, fueron años intensos.