Afalta de dos jornadas para la conclusión de la primera vuelta del grupo segundo de la Preferente, el Lemos tan solo ha encajado una derrota. Es verdad que los monfortinos acumulan demasiados empates, pero también lo es que la regularidad es la que garantiza la presencia en el play-off de ascenso.
Los registros no engañan. Una derrota en quince partidos, el equipo que menos goles encaja —suma doce en contra— y el segundo máximo goleador —ha marcado 30 tantos—. Poco más se puede pedir a un plantel que experimentó numerosos cambios en verano.
Es verdad que la plantilla tiene mucho talento, pero hay que ensamblarla. Y ahí emerge la figura de Edu Rodríguez, un técnico que vive por y para el fútbol, y en este caso para el proyecto lemista. El joven preparador monfortino es el entrenador ideal para este equipo. Ya lo demostró en su primera etapa, cuando llevó al equipo monfortino al ascenso a Preferente. Y si lo dejan trabajar puede devolver al equipo a la Tercera Federación. No hay que olvidar que se cumplirán 21 años del último ascenso a esta categoría. Rodríguez es el primero que llega al Luis Bodegas para entrenar —muchas veces ya se presenta en el estadio a las seis de la tarde— y es el último en abandonarlo. Todo está medido, a imagen y semejanza de un club profesional. De hecho, un futbolista afirma que entrenan «como un equipo profesional».
Hay mucho trabajo y una apuesta de fútbol atractiva. Este Club Lemos tiene su identidad bien definida. Y la afición lo aprecia. Ello se traduce en una masiva presencia de aficionados en la grada cada jornada.