Hasta Santiago sin barreras

Pedro Chico / C.C MONFORTE / LA VOZ

BÓVEDA

El grupo de peregrinos en su paso por Pontevedra
El grupo de peregrinos en su paso por Pontevedra CEDIDA

Personas con discapacidades físicas hacen el Camino de Santiago desde Bóveda apoyados por un policía local de Vigo

30 jul 2025 . Actualizado a las 19:03 h.

Residentes del centro para personas con discapacidad física DomusVi Bóveda han vuelto a cumplir el sueño de completar el Camino de Santiago, demostrando un año más un trabajo de superación admirable. La iniciativa DisCamiño consigue derribar barreras y lograr que las personas que viven en el centro puedan vivir la experiencia de hacer el Camino.

DisCamiño nace en 2009 creado por Javier Pitillas, con la intención de hacer posible que personas con discapacidad física, sensorial o intelectual puedan realizar el viaje hasta Santiago. El proyecto se implantó en DomusVi Bóveda en el 2015, convirtiéndose desde entonces en una cita anual muy esperada en la que algunos de sus residentes acompañados de un equipo de voluntarios con bicicletas adaptadas, disfrutan y viven, como dice el lema de este año, de «un viaje sin barreras».

En su novena edición han incorporado un nuevo recorrido en el que invirtieron cuatro días, entre el 24 y el 27 de julio. Empezaron en el albergue de Briallos en la provincia de Pontevedra. La primera etapa comenzó en Vigo y llevó a los peregrinos hasta Pontevedra en donde pudieron disfrutar de una tarde de playa. A diferencia de otros años, el trayecto de la segunda etapa, la del día 26, fue de Pontevedra hasta Valga, con una parada en la Illa de Arousa en donde el grupo pudo visitar y disfrutar la zona.

El 27 de julio fue el día final del reto. En la tercera y última etapa los peregrinos llegaron a destino, la Praza do Obradoiro en Santiago. Su llegada puso punto final a cuatro días de desarrollo tanto físico como mental. Otra edición repleta de emociones y de grandes momentos compartidos.

Un camino de superación

Acompañados de un grupo de profesionales que ha sido una ayuda vital en todo el trayecto, el camino no supuso simplemente un desafío físico. Fue un proceso que rompe barreras a través del trabajo en equipo, la inclusión y la superación personal. Fernando Prada, director de DomusVi Bóveda comenta que la importancia de aquello va más allá del camino: «DisCamiño no se centra únicamente en el recorrido, sino sobre todo en lo que genera alrededor: la preparación física, la convivencia, la confianza y el impacto positivo en todo el centro».

Prada también destaca el valor de la iniciativa, que se mantiene año tras año: «Cada año es una lección de vida para todos los que tenemos la suerte de formar parte». El siguiente año será su décima edición, lo que demuestra que con el apoyo adecuado todos pueden vencer obstáculos y conseguir aquello que se propongan.

Los responsables del centro han querido hacer público su agradecimiento a todo el equipo y a todos los que acompañaron y ayudaron a los peregrinos durante el camino. Y en especial a Javier Pitillas, por ser el líder y el alma del proyecto de DisCamiño. Una iniciativa que se mantiene viva en el centro tras nacer hace ya 16 años, cuando Pitillas tras hacer de guía por el Camino de Santiago a Gerardo Fernández, un chico sordo y ciego de Vigo que llevaba mucho tiempo deseando vivir la experiencia, acordó con él repetirla todos los años con otras personas con discapacidades físicas.