La velutina empieza a proliferar en el casco urbano de Monforte

La Voz

MONFORTE DE LEMOS

CARLOS CORTÉS

En solo tres días aparecieron nidos en San Vicente, Duquesa de Alba y el barrio de Covas

07 ago 2018 . Actualizado a las 10:34 h.

El ritmo de localización de nuevos nidos de avispa asiática se está acelerando en Monforte. En los últimos tres días fueron avistados otros tantos en lugares que pueden suponer un peligro para los vecinos por su cercanía a viviendas. Hasta este año, los avisos en la comarca de Lemos llegaban a cuentagotas y no se había producido ninguno en el casco urbano de Monforte.

El número de avisos empezó a crecer a finales de la primavera y principios del verano, la época en la que las reinas de Vespa velutina fabrican nidos primarios, de pequeñas dimensiones y un número de ejemplares limitado. Pero este año las bajas temperaturas retrasaron la proliferación de estos nidos y su crecimiento y transformación en nidos secundarios, que suelen alcanzar su máximo tamaño entre finales de agosto y principios de septiembre, época en la que nacen nuevas reinas que lo abandonarán para pasar el invierno protegidas del frío a la espera de que llegue la primavera para establecer nuevas colonias.

Hasta el pasado 31 de julio se habían producido en el municipio de Monforte más de seis avisos de nuevos nidos. En el resto del sur de Lugo, fueron todavía menos. En Bóveda, O Saviñao, Pantón, Taboada y Chantada se registraron entre dos y cinco, respectivamente. En el resto de los municipios, el dispositivo de alerta organizado por la Xunta para tratar de hacer frente a esta plaga no recibió ni un solo aviso.

Los tres que se produjeron en Monforte el viernes, el sábado y el domingo son los primeros de los que se han tenido que encargar este año los bomberos. Los nidos localizados hasta finales de julio no estaban en viviendas ni en zonas de paso, así que de su retirada se encargó personal de la Consellería de Medio Ambiente. Los bomberos intervienen solo si el nido supone un riesgo claro para los vecinos.

Es el caso de los tres nidos que provocaron alertas a finales de la semana pasada. El del viernes estaba junto a la ventana de un piso en un edificio de Duquesa de Alba; el del sábado en un balcón en la calle Fontecha, en el barrio de Covas; y el del domingo en la calle Burato, en la zona de San Vicente. En el casco urbano de Monforte hay además un cuarto nido pendiente de retirar, en un sauce que crece en el patio de una vivienda unifamiliar en la ronda urbana.

En este último caso, los propietarios de la vivienda se dieron cuenta de la existencia del nido hace ya dos semanas y avisaron inmediatamente. Como está cerca de una casa, la Xunta desvió el aviso a los bomberos del parque contraincendios de Monforte, que acudieron a retirarlo pero no pudieron hacerlo.

El nido se encuentra a unos siete metros de altura y ellos no disponen de ninguna de las pértigas adquiridas por la Xunta en los últimos años para facilitar la tarea al personal que se ocupa de exterminar a estas avispas. En otros casos, los bomberos podrían haber utilizado el camión con escalera extensible del que disponen, pero el vehículo no puede llegar hasta la finca de esta casa. De la retirada de este nido se encargará probablemente personal de la Consellería de Medio Ambiente.

Avistamientos que dejaron de ser una excepción ya el año pasado en la Ribeira Sacra

Los avistamientos de nidos o de ejemplares de velutina dejaron de ser excepcionales en la Ribeira Sacra el año pasado. Hasta entonces, o no se producían o eran muy pocos, salvo en el caso de Chantada, donde ya habían aparecido nidos en el 2016. Pero en el verano del 2017 los apicultores empezaron a verlas en abundancia también al otro lado del río Miño, en colmenares de O Saviñao, O Incio, Monforte o Quiroga. Por la experiencia de otras comarcas gallegas en las que esta especie invasora se asentó primero, los expertos consideran que en el caso de la Ribeira Sacra el 2017 fue el año de la colonización y que los efectos de su llegada en las colmenas de abejas y los frutales se notarán en toda su extensión en el 2019 y el 2020.

Lo que cabe esperar durante este año es un incremento del número de nidos y del de ejamplares capturados en las trampas que la Consellería de Medio Rural repartió este invierno entre los apicultores. Y eso es lo que parece estar pasando, porque no hay todavia noticias de problemas serios en las colmenas por la presencia de este avispón.

Frío y altura

En todo caso, está por ver si esta especie es capaz de adaptarse bien al clima de esta parte del interior de Galicia. La altura y el frío son barreras naturales para su extensión. Las hembras que pasan el invierno a la espera de fabricar sus nidos en primavera no aguantan bien las bajas temperaturas que son habituales en el valle de Lemos o en las zonas altas de municipios como A Pobra do Brollón, O Incio, Ribas de Sil, Quiroga o Folgoso do Courel,