Personas clínex

Alejandro Sousa

MONFORTE DE LEMOS

15 nov 2018 . Actualizado a las 18:42 h.

ristemente, las relaciones entre las personas son cada día mas superficiales e interesadas. Resulta mas fácil sustituir a quien ya no nos es útil que intentar solucionar los problemas existentes. Esta actitud provoca una creciente fragilidad en los lazos y vínculos humanos.

Cuando era niño, muchas veces vi a mi padre «firmar» contratos con un apretón de manos. Esa idea siempre ha sido un referente en mi vida. Las relaciones personales eran de mayor calidad y existía un mayor compromiso entre las personas. Por desgracia, hoy vivimos en una sociedad de «usar y tirar» donde todo se ha vuelto absolutamente efímero.

Evidentemente, las empresas existen para ganar dinero y los partidos políticos para ganar elecciones. Los partidos siempre han fichado a sus cabezas de lista por su capacidad de caer bien y sacar mas votos. El problema radica en que no es ético desechar con desprecio a una persona que se ha dejado la piel trabajando por tu partido.

A Julia Rodríguez le rogaron hace ocho años que tomase las riendas del partido porque sabían de su capacidad de trabajo y buen hacer. Abandonó una vida de éxito personal y profesional para liderar el partido sabiendo que le costaría ganar menos dinero y tener menos tiempo para su familia. Durante estos años ha sido la concejala mas seria y trabajadora que ha pasado por este Ayuntamiento. Sus críticas eran siempre rigurosas y basadas en el estudio detallado de todos y cada uno de los documentos del concejo. No dejaba ningún papel sin estudiar y conocía el valor jurídico de todas las decisiones que la corporación local tomaba, muchas veces de forma errónea, superficial o partidista.

Sin embargo, aquí solo interesan los votos. Tal vez la estricta forma de actuar de Julia respecto a lo que está bien y lo que no, hace que a los votantes no les resulte una cara simpática a quien votar. Tal vez porque Julia no mentía y solo prometía lo que estaba segura de poder cumplir, su mensaje no era tan dulce como el de otros.

Es lícito que un partido busque un líder capaz de ganar elecciones, pero no que se sustituya a una persona con nocturnidad y alevosía. Que tenga que enterarse de su cese por las penosas insinuaciones de un alcalde de otro partido, es realmente humillante para quien ha actuado con lealtad, rectitud y trabajo infinito. Pero lo que más me duele es que han dado a entender que Julia se aferraba al cargo, cuando eso nunca ha sido así. Siempre ha estado a disposición del partido y siempre ha tenido la puerta abierta a recibir criticas o cambiar aquello que no funcionase.

Actuar a espaldas de una persona buena y trabajadora, clavándole un inmerecido cuchillo en la espalda, no es la forma con la que debería actuar un partido contra su propia gente. Yo creía que el PP representaba los valores tradicionales. Sin embargo, veo que ya se apuntó al sistema de personas «clínex» de usar y tirar.

Tal vez eso sea lo que quieran los votantes, pero yo me bajo de este carro.