Acaba en la UCI tras atragantarse con un trozo de carne en un restaurante de Monforte

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

La víctima en el momento en que los sanitarios lo sacan en camilla del restaurante con la terraza llena de gente
La víctima en el momento en que los sanitarios lo sacan en camilla del restaurante con la terraza llena de gente CARLOS CORTÉS

Su corazón llegó a dejar de latir, pero lo salvó que en el mismo comedor estaba una médica de urgencias

10 jul 2023 . Actualizado a las 18:57 h.

Un hombre estuvo a punto de morir este lunes en Monforte atragantado en un restaurante con un trozo de carne. Si sigue vivo es probablemente porque en el comedor estaba una médica de urgencias que se puso a hacerle una reanimación cardiorrespiratoria. Ocurrió al mediodía en uno de los restaurantes del centro de esta localidad de la Ribeira Sacra.

El suceso se registró poco después de las dos de la tarde cuando el hombre se encontraba sentado a la mesa en el comedor del restaurante La Polar, situado en el tramo peatonal de la calle Cardenal.

Acompañado por dos personas, estaba comiendo un plato de carne y charlando animadamente cuando de repente empezó a faltarle el aire. Poco después había perdido el conocimiento y las personas que estaban con él decidieron avisar a los servicios de emergencias.

Sus acompañantes se imaginaron que se había atragantado con un trozo de carne, así que ellos y el personal del local trataron de hacérselo expulsar, pero no lo lograron.

En la sala de la cafetería que está entre la calle y el comedor, estaba sentada en ese momento una médica que trabaja en el servicio de urgencias del Hospital Público de Monforte. Al oír los gritos de alarma de los acompañantes de la víctima, se acercó y trató también de hacerle una maniobra de desobstrucción de las vías respiratorias, pero tampoco consiguió nada. Al parecer, el trozo de carne estaba demasiado abajo.

Tras constatar que ya no respiraba, se puso a hacerle una reanimación cardiopulmonar. Poco después llegaba una ambulancia y su personal relevó a la médica. Desde que ellos llegaron, el hombre tardó aproximadamente seis minutos en recuperar la actividad cardíaca espontánea.

Una vez que comprobaron que volvía a respirar y que su corazón latía sin ayuda, lo subieron a una camilla y lo llevaron a la ambulancia que esperaba en la calle.

La víctima no fue trasladada al hospital local, sino al de Lugo, porque en Monforte no hay unidad de cuidados intensivos, y la gravedad de su estado requería ese tipo de asistencia. El paciente quedó ingresado en la uci del hospital público de Lugo, el HULA.

Habrá que esperar a ver cómo evoluciona para comprobar si sufre algún daño a causa del tiempo que permaneció sin respirar.

Tras la evacuación del paciente en ambulancia, la médica que intervino en primer lugar admitía estar impresionada por lo sucedido. «No traballo tenme tocado atender casos así -explica-, pero na rúa nunca ata hoxe».

La actividad en el establecimiento no llegó a detenerse en ningún momento. Los clientes que en ese momento llenaban la terraza del restaurante ni siquiera se enteraron bien de lo que sucedía dentro. En cuanto a los que estaban en el comedor, tampoco llegaron a levantarse de sus mesas.

Hizo falta una segunda ambulancia

El personal de la ambulancia que llegó en primer lugar, un vehículo de soporte vital avanzado, pidió que fuese enviada al lugar una segunda ambulancia porque les hacía falta su ayuda.

Las bases del 061 de Monforte, Foz y O Salnés son las únicas de Galicia con vehículos de soporte vital avanzado, o ambulancias medicalizadas, atendidas por tres personas en vez de cuatro, que es la cifra mínima habitual.

Los profesionales que este lunes atendieron en primer lugar a esta persona que se asfixiaba tuvieron que emplear para reanimarlo un respirador conectado a una bombona, un aparato de masaje cardíaco, un monitor y un gotero con suero. Solo con tres personas resulta imposible manejar todo eso y además subir a un paciente a la camilla y llevarlo hasta la ambulancia.