Junio de 1999: Un primer paso para recuperar el olvidado Camino de Invierno

MONFORTE DE LEMOS

Hace 25 años se presentó en Monforte un estudio sobre el trazado de la ruta jacobea, que no sería reconocida como tal hasta el 2016

02 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La Ruta Sur Lucense fue la primera denominación provisional que se aplicó al Camino de Invierno hace 25 años, cuando se dieron los primeros pasos para recuperar este itinerario entonces totalmente olvidado, al que aún no se había atribuido el nombre por el que se conoce hoy. El 3 de junio de 1999 —según informó La Voz al día siguiente— se presentó en la casa consistorial de Monforte un estudio en el que se reconstruyó el trazado de esta ruta medieval. La iniciativa partió de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de la Provincia de Lugo y el trabajo fue realizado por los historiadores Elisa Ferreiro Priegue —autora del libro Los caminos medievales de Galicia, publicado en 1988—, Ramón Izquierdo y Juan Valboa.

Los autores del estudio, según la información de La Voz, «destacaron la espectacularidad de un camino medieval que consideran ‘recuperable en esencia' en casi el ochenta por ciento de sus 140 kilómetros». En el sur lucense, de acuerdo con este trabajo, la ruta partía de Albaredo, en los límites del municipio de Quiroga con la provincia de Ourense, y proseguía por la aldea de A Cubela, en Ribas de Sil. Desde ahí, atravesando el Sil, seguiría hasta Barxa de Lor, donde se ofrecerían dos opciones: seguir por Vilachá, en A Pobra do Brollón, o por Vilamarín, en Monforte. En una fase siguiente, la ruta continuaría desde Monforte hasta el Miño por O Saviñao, hasta llegar a los Codos de Belesar. El itinerario seguiría más adelante por Chantada y el monte Faro.

Según este estudio, decía asimismo la noticia de La Voz, la ruta comunicaba Santiago con la comarca de Valdeorras a través del sur de la provincia de Lugo. «Existió una vía complementaria entre Galicia y Zamora, que salía a Monforte desde Castro Caldelas, por Paradela, Francos, Marcelle y O Marroxo, a la que se refirieron los investigadores», añadía.

En la presentación del trabajo, Elisa Ferreiro dijo que la ruta no fue «un camino consagrado» de peregrinación, pero sí «una vía de larga distancia para acudir a Santiago». La historiadora señaló además que le parecía evidente «que la gran masa de peregrinos no pasaba por aquí, pero no se trata de una ruta enganchada con alfileres, sino de un importante camino medieval acreditado documentalmente».

Patrimonio histórico

Por su parte, Ramón Izquierdo resaltó la importancia del patrimonio histórico vinculado con el camino medieval, señalando que «ofrece posibilidades diferenciadas para promocionar todos y cada uno de sus tramos». Juan Valboa mencionó un antiguo plano de Monforte, apuntando la posibilidad de que reflejase un «trazado urbano» de la ruta, que su juicio podría acceder al casco urbano «por la antigua carretera de Quiroga o por la zona del Malvarón, para continuar el viaje, atravesando el puente viejo, por A Vide o por la calle de los Abeledos».

En la información publicada por este diario, por otra parte, la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Lugo apuntaba que «el estado de conservación de muros y antiguas roderas permite recuperar la mayor parte de la Ruta Sur Lucense», advirtiendo no obstante «que en varios tramos habrá que acometer labores de desbroce y acondicionamiento». El camino —añadían— «solo sufrió agresiones considerables en Quiroga, donde lo corta la N-120, y en Chantada, a causa de las obras de concentración parcelaria».

La noticia de La Voz señalaba además que en la presentación del estudio «se anunció la futura creación de una mancomunidad turística y cultural de todos los municipios implicados, que se encargaría de la promoción de esta nueva ruta jacobea». Los representantes de la asociación lucense de Amigos del Camino de Santiago, además, manifestaron su certeza de que el camino medieval despertaría un «gran interés» cuando fuese conocido.

El nombre actual de la ruta jacobea empezó a ser utilizado en abril del 2004

Unos meses después de la presentación del trazado del antiguo itinerario en Monforte —en octubre de 1999—, los representantes de los municipios lucenses y ourensanos por los que pasa el Camino de Invierno aprobaron el borrador de una petición que se presentaría a la Xunta con el fin de solicitar su reconocimiento oficial. La oficialización como ruta jacobea, sin embargo, no llegaría hasta casi diecisiete años después, en agosto del 2016, cuando entró en vigor la nueva Lei do Patrimonio Cultural de Galicia.

En 1999 también fue creada en Monforte la asociación Camiños a Santiago pola Ribeira Sacra, que a partir de entonces trabajó por el reconocimiento y la promoción de la ruta junto con otras entidades de Valdeorras y el Deza. Desde sus inicios hasta el 2022, la asociación fue presidida por Aida Menéndez Lorenzo —fallecida en julio de ese año.

El nombre por el que se conoce actualmente la ruta jacobea, por otro lado, empezó a ser utilizado de forma sistemática en el 2004. Una información publicada en la edición local de La Voz el 7 de abril de ese año señalaba que en una reunión de entidades interesadas en su promoción —celebrada en Rodeiro— se acordó darle de ahí en adelante esta denominación. Este nombre fue encontrado en los archivos históricos de Astorga por miembros de la asociación valdeorresa de amigos del que hasta entonces se conocía principalmente como Camino Sur a Santiago. Según dicho colectivo, la denominación se debería a que la ruta era utilizada antiguamente como alternativa al Camino Francés cuando el tiempo invernal dificultaba el paso por las montañas de O Cebreiro.