Una vía urbana de Monforte está señalizada a la vez con los nombres de diferentes personajes históricos: un cartógrafo del siglo XIX y un pintor del siglo XVII
26 sep 2017 . Actualizado a las 21:49 h.Quien recorra cierta calle del barrio monfortino de As Cruces prestando atención a la señalización se quedará con la duda de cuál es la verdadera denominación de esta vía urbana. Dos letreros colocados sobre postes en ambos extremos de la calle le adjudican dos nombres diferentes, pero con idéntico apellido: el de Francisco Coello -un cartógrafo del siglo XIX- y el de Claudio Coello, un pintor barroco madrileño del siglo XVII.
El más reciente de estos letreros es el primero de los mencionados. De color rojo y con el logotipo del Ayuntamiento, pertenece a una serie de carteles que se colocaron tras un proceso de revisión y galleguización del callejero monfortino realizado por una comisión de expertos en historia local e iniciado en el 2006, durante el mandato municipal conjunto del BNG y el PSOE. El otro letrero -de color azul y con el escudo oficial de Monforte aprobado en el 2001 por la comisión de heráldica de la Xunta- se encuadra en un modelo utilizado durante el segundo mandato del PP, finalizado en el 2003.
Según una información publicada en este diario el 4 de febrero del 2003, el nombre de Claudio Coello fue aprobado por el Ayuntamiento en esa época, junto con los de más de cuarenta calles que hasta entonces carecían de denominación específica en los planos municipales. Anteriormente, esa vía era conocida como travesía Rioseco-As Cruces.
Reforma del callejero
El nombre de Francisco Coello se implantó poco tiempo después a raíz del mencionado proceso de reforma del callejero. «No recuerdo muy bien los detalles, pero en las reuniones que mantuvimos se habló del nombre de esa calle y del motivo que podría haber para llamarla así», señala Jorge Vila, uno de los participantes en la referida comisión de expertos. «Entonces se decidió que lo mejor sería denominarla con el nombre de Francisco Coello, que es el autor de uno de los planos urbanos más antiguos de Monforte», agrega.
El investigador Felipe Aira, otro miembro de aquella comisión, dice por su parte que él no participó en la decisión de modificar el nombre de la calle, pero considera que el del cartógrafo es mucho más apropiado para figurar en la toponimia de la ciudad. «No sé decir quién lo propuso, pero creo que Francisco Coello merece dar su nombre a una calle por haber trazado un plano muy notable y detallado que nos permite saber cómo era el casco urbano monfortino a mediados del siglo XIX», señala. «En cambio, Claudio Coello, que yo sepa, no tiene ninguna relación histórica con Monforte», añade. Pero aunque el nombre del cartógrafo sea la actual denominación oficial, el del pintor todavía sigue presente en la calle debido a que el Ayuntamiento se olvidó hasta ahora de retirar el letrero más antiguo.
Un destacado cartógrafo que realizó planos de la ciudad y del túnel de Montefurado
Nacido en Jaén en 1822 y fallecido en Madrid en 1898, Francisco Coello de Portugal y Quesada figura entre los más importantes cartógrafos españoles del siglo XIX. Se formó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara -donde adquirió el rango de teniente del Ejército- y participó en la primera guerra carlista, tras la cual empezó a colaborar con el célebre geógrafo Pascual Madoz, responsable del monumental Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, publicado en dieciséis volúmenes entre 1846 y 1850. Coello se encargó de elaborar los mapas y planos de esta obra, que fueron publicados en un volumen independiente con el título Atlas de España y sus posesiones de Ultramar.
La obra de Coello fue la primera que siguió la división provincial del Estado establecida en 1833, que sigue hoy vigente. El atlas comprende mapas detallados de cada provincia que se complementan con planos urbanos de las principales poblaciones. En el caso de la provincia de Lugo, además del mapa general, Coello realizó planos de la capital y su contorno, de las rías de Ribadeo y Viveiro y de los cascos urbanos de Monforte -que figura como «Monforte de Lémus»-, Sarria y Mondoñedo. El cartógrafo incluyó además un plano del túnel minero romano de Montefurado, en Quiroga, que ofrece un excepcional valor histórico por mostrarlo tal como era antes del derrumbe que sufrió en noviembre de 1834.