Se inventaron para enrollar los auriculares, pero enseguida asumieron un cometido distinto

M. Viñas
Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Máster de Edición Periodística en la Ecuela de Medios de La Voz de Galicia. maria.vinas@lavoz.es

Un móvil no es solo un móvil: es un cargador y también una powerbank, es una funda y un cristal templado para la pantalla, son unos auriculares y unos altavoces, tarjetas de memoria, soportes, palos selfis, cables USB, gafas de realidad virtual, incluso drones. También sujetadores (Phone Grip o Popgrup), último antojo de los famosos de turno y, ahora también -por contagio-, de los más pequeños de la casa. El accesorio multifunción arrasa especialmente, revelan los datos de la compañía, entre las mujeres menores de 34 años y los adolescentes, usuarios de redes sociales activos que lo reclaman no solo para sus smartphones; también para iPods y las tabletas. Francamente, el cacharro útil es un rato.

Se pegan a la espalda del teléfono a través de un gel adhesivo de alta resistencia. Resuelven principalmente tres problemas: permiten sujetar mejor el dispositivo y reducir el riesgo de caídas, especialmente a la hora de hacerse fotos; funcionan como soporte para que el móvil pueda mantenerse inclinado o directamente de pie (muy práctico para ver/grabar vídeos o realizar vídeollamadas); y sirven de enganche para enrollar los auriculares.

Cuenta el mercado ya con una amplísima gama de de agarradores, también conocidos como «setas» y disponibles en todo tipo de formas y llamativos colores. Los originales, que se venden bajo la marca PopSockets, se venden por unos 15 euros, pero no es difícil encontrar otras alternativas, de distintas calidades y diseños, que bajan hasta los 10 e incluso los 5 euros. Del mismo modo, han ido apareciendo variantes similares, como el anillo que se extrae para sujetar con seguridad el dispositivo. 

El funcionamiento del más clásico es muy sencillo. Recogido, parece una pegatina adherida a la parte trasera del teléfono, pero al contar con un sistema telescópico se extrae y queda en relieve, perfecto para ser sostenido con los dedos. Los hay metálicos, pensados para quedar adheridos a una superficie inmantada que puede colocarse por ejemplo en el baño, para escuchar música durante la ducha, o en el salpicadero, para usar el teléfono como GPS. Otros incluyen un soporte que facilita el enganche y que cumple la misma función.

Estos son los más buscados, los más vendidos. Los más originales. Y los que más nos han gustado: