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«¿Por qué no trabajamos desde Tailandia?». Esa fue la pregunta que cambió la vida del emprendedor lucense Gabriel Rodríguez Lorenzo y de su novia, una chica americana a la que conoció en Madrid. Desde entonces, la pareja ha vivido en una decena de países aprovechando la posibilidad del trabajo remoto. Son los conocidos como nómadas digitales, una alternativa «al alcance de muchas más personas de lo que la gente cree».

Actualmente, Gabriel vive en Buenos Aires, pero para comprender su situación actual hay que remontarse hasta el 2019. Fue entonces cuando, junto a otro amigo lucense, decidieron crear la web SinComisiones para ayudar a los clientes a denunciar las prácticas abusivas de los bancos. «Nunca hemos tenido oficina, queríamos hacerlo todo en remoto y actualmente sigue siendo así», explica Gabriel.

Su modelo de crecimiento ha sido reinvertir las ganancias sin pedir financiación, lo que les permite seguir llevando «la vida que siempre imaginamos». Gracias a su empresa, Gabriel pudo hacer las maletas y marcharse de Madrid, donde cursaba un máster como farmacéutico, al sudeste asiático. Allí vivió unos cinco meses: «Nos levantábamos e íbamos a bucear a una playa de agua cristalina. Teletrabajábamos mientras descubríamos islas y paisajes paradisíacos».

«Mucha más gente podría hacerlo, pero se frena por miedo»

Después de su aventura en Tailandia regresaron a Galicia, pero no por mucho tiempo. Alquilaron un piso en A Coruña durante un año y medio, pero no dejaban de darle vueltas a la idea de aprovechar su situación y marcharse de nuevo al extranjero. «Eso hicimos: metimos todas nuestras pertenencias en un trastero y con una mochila y una maleta de mano nos mudamos a Buenos Aires». Su siguiente parada será Uruguay y pasarán las Navidades en Chile.

«Lo bueno de esta vida es que no tenemos nada planificado, todo está abierto y tenemos la tranquilidad de no depender de nada ni de nadie», celebra este emprendedor, que considera que mucha más gente podría lanzarse a la aventura. «No todo el mundo que podría hacerlo lo hace por miedo. En realidad, vivir en España es tan caro que depende de la localización que escojas incluso puedes ahorrar, así que no hace falta tanto dinero como la gente cree».

Buenos Aires, un recuerdo constante de Galicia

El emprendedor se siente muy a gusto en Buenos Aires: «s una ciudad preciosa, incluso diría que es mejor que París». Parte de esta sensación en la ciudad se debe a las referencias continuas a Galicia, su tierra, que encuentra al recorrerla.

«Es una locura, tienen el parque Ribadavia, yo vivo en la calle do Rego, ceno en una pizzería llamada Imperio que tiene los siete escudos de Galicia y cuando paseo por el parque del Rosedal me encuentro con un busto de Rosalía de Castro», explica emocionado. Hasta en siete ocasiones, comenta, le han parado por la calle para hablar sobre Galicia: «Me preguntan de dónde soy y cuando se lo digo me comentan que sus abuelos o sus tíos eran de Terra Chá, Santiago, Pontevedra... Te sientes un poco más en casa».