Los últimos carroceteiros de A Fonsagrada: «Este oficio vai camiño de desaparecer»
A FONSAGRADA
Más de una treintena de maquinistas celebraron un encuentro en la montaña de Lugo: «A mecanización do campo empezou con nós», sostienen
10 jun 2023 . Actualizado a las 13:01 h.Entre los carros empujados por animales y las actuales camionetas hay un paso intermedio. Las carrocetas. Un vehículo que sirvió como herramienta de trabajo a los que decidieron dedicarse a trasladar madera en A Fonsagrada.
Después de miles de años de carros tirados por animales —y humanos— aparecieron los primeros vehículos a motor: las carrocetas italianas que tantos soldados transportaron en la II Guerra Mundial. Estas carrocetas, con motor de gasolina, llegaron a España a mediados del siglo pasado.
«O proceso de mecanización do campo empezou con nós», dicen los carroceteiros que trabajaron por toda la montaña de Lugo durante décadas y que se reunieron a finales del mes de mayo en A Fonsagrada para celebrar un encuentro. «O das carrocetas é un caso único que marcou un antes e un despois. A partir delas apareceron tractores, segadoras...», precisan.
En 1950 A Fonsagrada tenía 14.000 habitantes. De estos, 30 eran carroceteiros. Hombres que tenían la «osadía» de comprar un vehículo en la España arruinada de la posguerra. Un gasto impensable por el que muchos se endeudaron durante años. Suyo es el mérito de mecanizar el campo cuando los caminos todavía eran de carros, con metro y medio de ancho. Pero la llegada de las carrocetas hizo que se anchearan y permitió que se pudiese empezar a sacar la madera, por lo que esta adquirió otro valor: «Ata entón quitábana con carros tirados por animais, pero non se chegaba a todos os sitios», precisan estos profesionales.
«Tiñamos moitísimo traballo, pero naqueles anos gañábase pouco en todo»
Historia de España
Los carroceteiros marcaron un antes y un después. Fueron pioneros, valientes y emprendedores. Al principio, con la llegada de los vehículos, llegaban a los pueblos y los vecinos ofrecían su ayuda para abrirles camino. Salían de casa cargados de herramientas para ponerse a anchear lugares de tránsito y permitirles el paso.
Las primeras carrocetas, en los años 50, encendían a manivela. Todavía existen y en A Fonsagrada, alguna continúa trabajando. Tras el modelo italiano de gasolina llegaron las primeras diésel con cable incorporado para tirar de los troncos y cargarlos con más facilidad. Hasta entonces, solo servía la fuerza física.
«Na Pontenova comezaron a fabricar carrocetas con motor de diésel e tracción ás catro rodas. Máis adiante, foron evolucionando ata incluír basculantes e grúa. Destas aínda se conservan nestas montañas e aínda hai algunha en activo, traballando na madeira», explican los carroceteiros.
El mayor de los carroceteiros reunidos en A Fonsagrada tiene 95 años y el más joven, poco más de 50. «Agora xa non hai xente nova que aposte por este oficio. É un sector en tránsito á desaparición», sostienen.
Sin embargo, los carroceteiros hicieron historia porque en zonas complicadas como las que esconde la montaña de Lugo, estos vehículos subían pendientes y accedían a sitios donde nadie conseguía llegar. Se defendían bien hasta en terrenos nevados.
«Tiñamos moitísimo traballo, pero naqueles anos gañábase pouco en todo», dicen estos transportistas. En 1970 el taller Mesón de A Fonsagrada fabricó la primera carroceta de tres ejes con tracción integral, algo inexistente hasta el momento. Así, paso a paso, la revolución se fragua entre las montañas lucenses.
I Encontro de Carroceteiros da Fonsagrada
A la reunión de carroceteiros que tuvo lugar el día 21 del pasado mes de mayo acudieron unos 30 maquinistas. Se reunieron en O Piñeiral y cinco de ellos llegaron en sus mimadas carrocetas. Hubo charlas, recuerdos, reencuentros y hasta lágrimas de emoción, además de una comida.
Los asistentes fueron recibidos por el alcalde fonsagradino, Carlos López, que también se encargó de entregar trofeos, diplomas y pines hechos a medida para el acto, sin olvidarse de los fallecidos ni de los ausentes. En este caso, el obsequio lo recibieron los familiares. Un homenaje para valorar toda una vida de trabajo ya que, aunque las redes sociales se llenan de grupos que recuerdan a los carroceteiros, lo cierto es que el suyo es un oficio en peligro de extinción todavía muy desconocido para muchos.