Cuando no hay maíz, el jabalí también se lanza a las patatas

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios VILALBA / LA VOZ

COSPEITO

OSCAR CELA

Vecinos de Cospeito protegen sus fincas con pastores eléctricos

17 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Que un jabalí en una finca de maíz es casi sinónimo de destrozo seguro lo sabe cualquiera que tenga un mínimo de contacto con el campo. A estas alturas del año, con el cereal en fase de crecimiento, el animal no tiene aún muchos sitios donde realizar esas dañinas incursiones, pero encuentra en las fincas de patatas un lugar idóneo para campar a sus anchas.

Lo saben bien algunos campesinos de Cospeito, que no han dudado en llegar a colocar pastores eléctricos como baza de precaución; otros, sin llegar a tanto, han instalado espantapájaros y otras medidas teóricamente disuasorias para proteger unos cultivos que ya sufrieron algunos daños poco después del inicio de la cosecha.

La parroquia de Seixas es una en la que se ven estas medidas. Carlos Pena, ganadero, colocó un pastor eléctrico alrededor de varias fincas después de que el jabalí -que en esta zona, así como en otras próximas, pertenecientes al municipio de Vilalba, se mete incluso en fincas contiguas a las casas- realizase las primeras incursiones con sus correspondientes daños.

«Así, polo menos, non se mete», explica Pena, que en los primeros días después de la colocación parece haber tenido suerte con la medida. La situación es un poco más preocupante que en años anteriores, en los que no se notaba tanto la presencia de este animal. «Será que por ahora non hai tanto millo como xa había outros anos», manifestó este ganadero. En su caso, por otro lado, la medida no ha entrañado desembolso económico porque ya tenía cable del pastor eléctrico, una instalación habitual para proteger las parcelas de maíz

Parcelas pequeñas

Los daños que causa el jabalí en las patatas son algo parecidos a los del cereal. El cultivo queda destrozado y difícilmente sirve ya para algo. No se plantan para dar comer a los animales sino para consumo humano en extensiones pequeñas: por ejemplo, algunas de las parcelas atacadas por los jabalíes son de dos o tres ferrados -poco más de 1.000 metros cuadrados-.