La Federación Galega de Caza acerca la naturaleza a los escolares en Cospeito

La Voz LUGO

COSPEITO

Los escolares, durante la actividad de la identificación de huellas
Los escolares, durante la actividad de la identificación de huellas CEDIDA

El programa contaba con charlas sobre el deporte cinegético y su historia, actividades de salud, de prácticas con perros, de búsquedas de un tesoro o de identificación de huellas

21 jun 2025 . Actualizado a las 18:05 h.

La Federación Galega de Caza celebró este sábado su esperada cita, denominada «O deporte máis natural, na natureza». Y es que, precisamente, de eso iba el evento celebrado ayer en el Museo das Aves de Cospeito: de acercar a los escolares a la naturaleza y a los detalles que la hacen tan importante y especial.

El coordinador del proyecto es Luis Fidalgo. Él, que participó activamente en la jornada, cuenta que fue «todo un éxito», que «los pequeños están disfrutando un montón» y que «todas las actividades prácticas les están encantando porque es lo que los mantiene más entretenidos». El promotor del evento, que cuenta con el apoyo de la Xunta de Galicia, cuenta que «hay muchos chicos y chicas que se nota que conocen la naturaleza, que saben reconocer un ave cuando se la enseñas», pero que otros, sin embargo, «se quedaban muy sorprendidos y se notaba que estaban aprendiendo en tiempo real».

El programa contaba con charlas sobre el deporte cinegético y su historia, actividades de salud, de prácticas con perros, de búsquedas de un tesoro o de identificación de huellas. Una de las más populares entre los escolares fue la exhibición de aves de cetrería, así como el simulador virtual de tiro. «A los más pequeños les ha interesado mucho la actividad de la identificación de huellas, y a los mayores quizás más el tiro o las charlas sobre salud y cuidado del medio ambiente», sostiene. Y es que para Fidalgo, «el objetivo no es que se aficionen a la caza, sino que aprendan que hay que tener un respeto extremo por la naturaleza y que hay que cuidarla con mimo», argumenta.

Entre las diez de la mañana y las seis de la tarde, los menores, de entre seis y quince años, participaron en diversas actividades destinadas a que conozcan mejor el mundo en el que viven y a saber cómo disfrutar de la naturaleza desde distintos prismas. «Es la primera vez que hacemos algo así, pero ya tenemos ganas de repetir», concluyó Fidalgo.