Con las obras de la autovía renace una planta de hormigón en Láncara

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LÁNCARA / LA VOZ

LÁNCARA

Las instalaciones, de última tecnología, se nutren de las canteras de uno de los socios
Las instalaciones, de última tecnología, se nutren de las canteras de uno de los socios OSCAR CELA

Varios socios recuperaron la fábrica de A Pobra, de última tecnología que se nutre con sus propias canteras, y que comienzan a tejer la industria del concello

20 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Las grandes obras de infraestructuras de la provincia de Lugo favorecen la creación de tejido industrial en concellos pequeños. De hecho, este mes comenzó a funcionar la planta de hormigón de Láncara después de 20 años cerrada. «Vimos un claro hueco en el mercado gracias a las obras de la autovía y las ferroviarias, además de las necesidades de los ganaderos de la comarca», cuenta Rodolfo Doncel, el técnico de calidad.

La planta se encuentra en A Pobra de San Xiao, en el terreno de la antigua planta de Aplihorsa, que llevaba en concurso desde el año 2000. Este año, un grupo de socios, uno de ellos de Láncara, adquirieron la parcela y construyeron de cero una nueva planta. Empezaron las obras en marzo, sustituyendo las antiguas edificaciones y un pequeño laboratorio, y se pusieron en pleno funcionamiento en las últimas semanas.

«La infraestructura es totalmente nueva, de gran tamaño y de última generación», explica Doncel. La planta de Láncara se diseñó con las tecnologías más actualizadas como sensores y sondas para medir humedades y temperaturas, además de un programa autómata. Cuenta con una amasadora de tres metros cúbicos y cada camión de la sociedad transporta entre siete y nueve metros cúbicos. La producción estimada son 100 metros cúbicos al día, dependiendo de los encargos. Esta nueva empresa creó seis puestos de trabajo de plantilla fija, a los que se suman unas cuatro personas de personal de apoyo.

Materia prima local

Los socios que regenta la planta de A Pobra tienen otras dos, una en Monterroso y otra en Lalín. Las dos infraestructuras lucenses son semejantes en tamaño, aunque la de Láncara tiene más restricciones medioambientales por la cercanía al pueblo y también una tecnología más puntera. Uno de los encargados de la fábrica, además, tiene canteras en una zona próxima que sirven tanto para la fabricación de hormigón como de malla de hierro. Por tanto, la sociedad puede ofrecer un proyecto completo a los clientes y se sustenta con la materia prima de cercanía. Lo cual es una ventaja ante la crisis actual de los productos primarios. «La cercanía con las canteras fue uno de los motivos por los que nos instalamos aquí, además de la demanda», resalta Doncel.

«No se cubría la demanda»

La producción actual de la planta de hormigón está sirviendo a la autovía Nadela-Sarria, a una de obra concreta que por cercanía necesitaban. Además, tienen ofertas de los nuevos trabajos ferroviarios de la provincia como túneles o estaciones de tren. «Cuando deje de haber estas peticiones, tocará centrarse en las ganaderías de la zona, que es un suministro pequeño pero constante», relata el técnico de calidad. En la comarca de Sarria, solo hay otra planta de hormigón que, según cuenta Doncel, no era suficiente para la demanda de los vecinos. Aunque el sector de la construcción no está en su mejor momento en lo que respecta a la obra civil, «en los últimos años crecieron las solicitudes de ampliaciones de ganaderías y este tipo de construcciones».

Es la primera nave del futuro polígono, que tiene cuatro empresas más interesadas

La planta de hormigón es la primera empresa que conformará el futuro polígono industrial de Láncara. «El polígono tenía que empezar por alguien y una planta de hormigón está vinculada a la construcción incluso de las futuras naves». Por eso, su intención es seguir creciendo y emplear también el terreno anexo donde se encuentra abandonada otra antigua fábrica de Aplihorsa. «Hay una segunda fase del proyecto en la que se prevén hacer para naves para producir prefabricados o alquilarlas», declara Doncel. Aunque por el momento, este próximo paso todavía está paralizado porque actualmente el Concello de Láncara continúa trabajando en los últimos detalles urbanísticos del polígono. Según cuenta el alcalde Darío Piñeiro, ya está concedida la urbanización de la calle principal pero para las demás parcelas industriales todavía están pendientes de permisos: «Estamos repasando o Plan Xeral para que non haxa tanta distancia entre finca e finca; solucionando tódalas licencias e intentando comprar más parcelas».

La antigua fábrica de Aplihorsa, donde se realizará la segunda fase del proyecto de la planta de hormigón
La antigua fábrica de Aplihorsa, donde se realizará la segunda fase del proyecto de la planta de hormigón OSCAR CELA

Por el momento, Cárnicas Pintín, de Sarria, también establecerá una nave de producción en Láncara y hay otras tres empresas interesadas en el suelo industrial del futuro polígono. A pesar de que la superficie industrial de este concello lucense vaya a ser pequeña, supone un gran cambio para el municipio y es algo «moi necesario» para los vecinos, que además se verá favorecido con la apertura de la autovía.