El CSIF desmintió que en ningún caso había iniciado una campaña de persecución contra el ex alcalde, Claudio Garrido. «Que no se haga la víctima y que no defienda al señor oficial jefe de la policía, ya que en lo relativo al proceso de la plaza de oficial no será ni él ni el Concello el que tenga que resolver dicho asunto y que deje que el proceso continúe por los cauces en los que se encuentra y decidan los tribunales».
El sindicato asegura que la única persecución fue contra su delegado, al que le abrieron un expediente disciplinario. «No había ninguna causa justificada, como se demostró, y el único objetivo era callarlo para que no siguiera trabajando por defender a los trabajadores».
Desde el CSIF dicen que su delegado llamó al alcalde y al oficial diciendo que estaba en Urgencias con su madre a punto de ingresar y que pedía los días de permiso y se los negaron alegando que tiene que solicitarlos, por lo que tuvo que ir desde Lugo a Sarria.