Prisión sin fianza para uno de los detenidos por la «sextorsión» de Lugo

Tania Taboada

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

Creó un perfil en las redes sociales para obtener imágenes íntimas de la víctima

14 nov 2018 . Actualizado a las 21:40 h.

Federico M., uno de los cinco investigados por extorsionar a un matrimonio de Lugo y a su hijo, al que supuestamente amenazaban con hacer públicas fotografías íntimas, fue enviado a prisión provisional sin fianza tras pasar a disposición judicial en la mañana de ayer. El juez decretó para este portero de un bar de copas de Lugo y supuesto cabecilla del grupo criminal prisión comunicada, pero con la prohibición de comunicarse con los denunciantes. El detenido se negó a declarar. Además del supuesto cabecilla de esta trama, también declararon ante el jueza otras dos personas, un hombre y una mujer, que quedaron en libertad. Ella estaba acusada de fingir ser la novia del extorsionado y de persuadirlo para que le mandara fotografías de carácter íntimo a través de las redes sociales. Fue con estas imágenes con las que después le amenazaron.

Según la investigación, el encarcelado y otros investigados crearon un perfil falso de la joven para mandarle mensajes y fotografías al extorsionado, que tenía mucho interés en relacionarse con ella. Con esos mensajes, quizá suplantando a la muchacha, porque ella se encontraba de Erasmus en Italia, consiguieron las fotos de él con las que luego lo extorsionaron. Sus padres pudieron haber depositado varias decenas de miles de euros antes de denunciar los hechos e intervenir la policía, que detuvo al cabecilla cuando recibía una entrega de 7.000 euros.

En la trama hay otras dos personas investigadas como cómplices, pero fueron puestas en libertad. La acusación será probablemente de extorsión y estafa agravada.

Los cinco detenidos y la víctima se conocían. El encarcelado era portero de un pub y la joven utilizada como gancho, camarera en el mismo local. Por su parte, la víctima era un cliente habitual y tenía cierta amistad con el portero, y mucho interés en la camarera. El cabecilla y el extorsionado se veían con frecuencia y mantenían una cierta relación de amistad. Hace un tiempo incluso acordaron alquilar un pub en la capital lucense, aunque finalmente la operación no se llevó a cabo porque los padres del ahora extorsionado no le dieron el dinero que necesitaba.

Pero era patente que la relación del extorsionador con su víctima era por conveniencia y para aprovecharse de él, aseguran fuentes de la investigación. Utilizaron para engañar al denunciante que a él le gustaba presumir de relacionarse con chicas guapas: el portero le citaba con mujeres en su piso para cenar y «darse unos besos» a cambio de que este le pagara cantidades económicas de hasta 500 euros.

El ahora detenido creaba fotos falsas de chicas y la víctima presumía de ellas mostrándolas en redes como WhatsApp. Esta tendencia al engaño fue evolucionando hasta que el cabecilla logró las fotos íntimas y amenazó a la víctimas con publicarlas si no le daba dinero. Los padres de él decidieron denunciar la extorsión.