As Gándaras: El pulmón verde de Lugo toma forma

Marta de Dios Crespo
MARTA DE DIOS LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

Ubicado en un lugar inverosímil, cercado por dos polígonos industriales, crece en silencio un tesoro de biodiversidad

30 abr 2019 . Actualizado a las 18:57 h.

Poco a poco, el pulmón verde de Lugo va tomando forma. Ubicado en un lugar inverosímil, cercado por la actividad frenética de dos polígonos industriales, un tesoro de la biodiversidad va creciendo en silencio. «É cuestión de paciencia», dice confiado Juan Luis Fernández Lorenzo. Doctor en ciencias biológicas y profesor en el departamento de producción vegetal y proyectos de ingeniería en la Politécnica, habla de lo que le rodea con pasión.

Hace apenas unos años, el Concello se empeñó en dotar a Lugo de un espacio pionero en la planificación ecosostenible en ciudades de tamaño medio. La idea era aprovechar el uso de los recursos naturales y potenciar la economía verde. El proyecto es basto y está todavía en pañales. Contempla, entre otras cosas, la construcción del primer edificio público levantado con madera autóctona o el diseño de un barrio multiecológico. Cuenta con financiación europea y la ayuda de las universidades de Santiago y Madrid para su desarrollo.

 

«Na zona do humidal se eliminaron as especies invasoras que había e vai cambiando bastante rápido», dice Fernández, que explica que además de acabar con masas de pino que había en la zona, también tuvieron que limpiar la superficie de arbustos. El souto esconde bajo su superficie el agua que alimenta el río Rato, un sistema de retención que contiene la lluvia que cae en As Gándaras.

Un lugar protegido

Declarado Espacio Natural de Interés Local (ENIL), busca ahora la protección de Espazo Natural que otorga la Xunta de Galicia. De las múltiples especies que moran en la zona, hay varias protegidas, algunas tan interesantes como el sapillo pintojo, la culebra lisa y los murciélagos hortelano y rabudo. La flora, explica Daniel Piñeiro, también presenta una riqueza impresionante gracias a que una parte del hábitat fue modificado por el hombre hace tiempo, para cultivos y otras funciones. El responsable de Desarrollo Sostenible del Concello muestra entusiasmado los progresos del arboretum, que representa los diferentes bosques gallegos. «Nesta zona máis abrigada están plantadas as especies do sur de Ourense», dice mientras sube por la ladera que da hacia la gasolinera de As Gándaras. Cuenta que han ubicado cada árbol en unas coordenadas específicas para conseguir una composición cromática espectacular en otoño.

«O LIFE pretende buscar esa convivencia de crecemento sostible, edificando sendo respetuosos co medio ambiente e utilizando a madeira como elemento de construcción», explica Lara Méndez. La regidora se acerco esta mañana hasta el humedal, con uno de sus concejales, para plantar un pequeño castaño en el día internacional del árbol.

El programa de actuaciones para esta zona terminará en el 2020. Tendrán que crecer todavía 15.000 árboles: frondosas autóctonas para producir madera de calidad, cultivos energéticos, el establecimiento del souto y la recuperación del humedal, además del espacio del arboretum.

 

Recuperan especies de castaños de la época de los romanos

El proyecto en el que trabaja la universidad recuperando el souto ubicado en la zona del humedal suena a ciencia ficción. Están apostando por variedades centenarias, retrotrayéndose incluso a la época de los romanos. Explica Juan Luis Fernández Lorenzo que trabajan con micro injertos y que se han centrado en cinco variedades de castaños autóctonos: Parede, Ventura, garrido, Negral y Branca.

Cada una tiene sus particularidades y están reconocidas de forma diferente. «A Parede é das mellor valoradas en fresco no mercado», explica el profesor, «e a Negral é moi importante pola súa función polinizadora». Está convencido que en un par de años podrán apañarse varios kilos de castañas y que con 10, los árboles ya tendrán un buen porte. «A xente virá a apañar castañas en masa», resuelve.

Uno de los retos principales a los que se enfrentan es la avispilla, una especie peculiar, de apenas tres milímetros, que está atacando a los castaños de toda Europa. Son todas hembras y son capaces de reproducirse solas. Son dañinas porque impiden que se formen las flores.

Torymus contra la avispilla

Explica Fernández que en Italia y en Francia llevan una década de ventaja en la lucha contra este insecto. Las sueltas controladas de Torymus son su mayor esperanza, otro tipo de insecto que se come a este y que están utilizando como agente de control biológico.

La castaña gallega tendrá que sobrevivir también a otro reto: la castaña foránea. Mientras por un kilo de la autóctona se paga más o menos un euro, la asiática no supera los 15 céntimos.