José Trigo, frutero de Lugo de la marca O Demo: «Estase vendendo como froita e verdura moita chatarra»

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

José Trigo, vendedor de fruta y verdura de Lugo ante los vehículos con la marca O Demo
José Trigo, vendedor de fruta y verdura de Lugo ante los vehículos con la marca O Demo OSCAR CELA

Este vendedor, que recorre desde hace 24 años las ferias de Galicia, señala que los hábitos de consumo han variado con la entrada de mercancía de fuera de España

06 mar 2024 . Actualizado a las 10:39 h.

José Trigo, a sus 52 años, es ya un veterano en la venta de frutas y verduras en las ferias de Galicia. Conocido popularmente como «O Demo», este vecino de Lugo ciudad acude cada mes a más de veinte ferias para vender fruta y verdura fresca, pero lamenta que los tiempos han cambiado, hasta tal punto que reconoce que en estos momentos «vívese ao día, tanto os clientes coma os vendedores», además de señalar que cuando él comenzó en el sector «eran bos tempos, onde se facían moitos cartos vendendo produto de calidade».

Trigo es famoso en las ferias como O Demo, porque hace diez años decidió crear y registrar esta marca que lleva rotulada en sus vehículos. Era conocido en las ferias gallegas por la venta de fruta y verdura, pero decidió «diferenciarse de tantas furgonetas brancas, e desde que puxen O Demo xa se comezaron a fixar en min máis clientes», explica Trigo. Pero a pesar del éxito de conocimiento de esta marca, este vendedor aclara que los tiempos han cambiado y que hoy ya no se valora la calidad y que hay menos ingresos que a inicios de siglo.

«Cando empecei a ir só polas feiras, nunha mala xornada non baixaba de 200.000 pesetas, uns 1.200 euros, e hoxe se consegues 500 euros, xa dás as grazas», explica Trigo. No esconde que en la primera década del siglo XXI hizo mucho dinero en las ferias, que acudía a los mercados y sacaba adelante toda la mercancía que llevaba sin problemas. «A xente quería bo produto e se había vendedores que o ofrecían, compraban, aínda que sempre houbo e hai regateo».

Los motivos del cambio en el consumidor

Cuando se le pregunta qué ha pasado para que los márgenes de beneficios sean tan bajos, este vendedor explica varios factores. Por un lado, indica que la crisis de inicio de la segunda década y luego la pandemia provocó cambios en los hábitos de consumo debido, sobre todo, a la pérdida del poder adquisitivo de muchos consumidores, tanto por los sueldos bajos como por las pensiones pequeñas.

También señala que la cantidad de personas que acuden a las ferias ha bajado de forma considerable por una cuestión demográfica. Explica, además, que se incrementó la competencia desleal, con vendedores particulares que se colocan a su lado pero sin tener que pagar los impuestos y las tasas que el debe afrontar (en su caso forma parte de una cooperativa).

También indica que se ha encontrado con competencia de fruterías de las propias localidades donde se celebran las ferias que eran capaces de «tirar os prezos ese día» para evitar la fuga de clientes hacia los puestos de los foráneos: «Eu topeime con vendedores que se mercaban a un euro, logo o vendían a 0,40 euros».

Pero si en el ámbito de las ciudades, la llegada de la venta electrónica ha modificado las reglas entre clientes y tiendas, hasta el punto de que el comercio a través de internet ha dañado al pequeño comercio, en el ámbito de las ferias de Galicia existe otro factor de la globalización que ya ha alterado el mercado: la entrada de fruta y verdura de fuera de España.

«Estase vendendo froita e verdura que no fondo é chatarra. Por exemplo, a través de mercados como Mercamadrid ou o de Oporto, entra mercancía de África que foi colleitada con sistemas de control baixos, nada que ver co que se pide aquí, e todos esos produtos levan xa meses nos mercados e nas feiras, e claro, a uns prezos imbatibles», explica Trigo. El dueño de O Demo señala sin cortarse que «a xente non sabe nin o que merca, e non sei que danos pode facer á larga no corpo algunhas mercancías que se venden».

El señala que sigue apostando por ofrecer productos de calidad, «eu o prezo non o quero baixar», y cuando se le pregunta cómo puede saber un consumidor si está ante una manzana buena o de mala calidad, lo dice claramente: «Hoxe en día, só se pode saber polo prezo. Se está cara, é que é de calidade, e se está moi barata, non é autóctona». Ante un panorama comercial con estos condicionantes, ni siquiera la fidelidad al comprador sirve: «Xa non hai cliente fiel, iso cambiouse polo céntimo, porque a verdade é que a xente vai moi moi xusta».

«Púxenlle O Demo porque é quen ten sempre o mellor», se ríe el vendedor

«Quen ten o mellor?», se puede leer en la furgoneta que mandó pintar Trigo hace diez años con la marca O Demo (que patentó) y las frases: «As mellores lévaas o demo, pra iso é o demo» y «Era visto, a cabeciña non para», con la imagen de un gran demonio llevando una cesta de frutas y verduras.

José Trigo acude a las ferias con esta furgoneta, en otras ocasiones lleva otra blanca, y la gente se para a hacerse fotos al vehículo con O Demo o junto a él porque llama la atención por lo vistosa que es. En breve tiene que volver a renovar el registro de O Demo, la marca que le ayuda a diferenciarse y a seguir posicionándose en el mercado.