Las modernas instalaciones constan de tres plantas y disponen de tres viviendas para los guardias y sus familias
03 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.En el año 1974 el por aquel entonces alcalde de Palas de Rei, Eugenio Mato, firmaba la compra de la finca conocida como Lamaloba, situada en la parte baja del casco urbano en la salida hacia Melide. El lugar, que centenares de palenses que hoy están entre los 50 y 60 años, recuerdan con el nombre de O Grupo y en el que hicieron sus primeros pinitos futboleros, ya estaba destinado a ser el nuevo cuartel de la Guardia Civil. Curiosamente, las dos anteriores ubicaciones de la Benemérita palense están a apenas cien metros de su nuevo emplazamiento.
Los sucesivos alcaldes pusieron todo de su parte para lograr un nuevo acuartelamiento, pero la solución definitiva no llegó, según explicó el actual regidor, Pablo Taboada hasta que «en el año 2005 Mariano Rajoy lo prometió en la Casa da Cultura».
Camino de Santiago
El regidor, al igual que lo hicieron primero el subdirector general de apoyo de la Guardia Civil, Adolfo Gómez, y el Delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, destacó la necesidad de contar en esta población con un acuartelamiento moderno para atender las necesidades de los casi 250.000 peregrinos que pasan por los caminos Francés y Primitivo, así como las propias de un ayuntamiento cuya población ronda las cuatro mil personas.
Las autoridades políticas y militares agradecieron el esfuerzo que realizó durante los últimos años el Concello palense para asumir el alquiler del edificio que hizo las veces de cuartel mientras no finalizaba la construcción del nuevo.
Las instalaciones, situadas en la zona conocida como calle del Molino, comenzaron a construirse en el año 2009 y se invirtieron en ellas 679.112 euros.
El proyecto lo realizó y desarrolló el arquitecto Antonio Piñeiro y el edificio, compuesto por tres plantas, se levantó sobre un solar de 1.243 metros cuadrados. El número de metros construidos asciende a 1.075, repartidos casi por igual entre dependencias para ofrecer un completo servicio a los ciudadanos y viviendas para los agentes.
El edificio dispone de tres viviendas para los guardias y sus familias y pabellones para los agentes que residan solos. El personal del acuartelamiento palense está compuesto por cinco miembros, un sargento y cuatro guardias y se enmarca dentro de la primera compañía de la Comandancia de Lugo.
El emérito sacerdote palense, don Manuel Faílde, fue el encargado de bendecir las instalaciones.
El acto, desarrollado en un ambiente de cordialidad que confirma la excelente relación existente entre los agentes y los vecinos concluyó con unos pinchos a los que asistió casi un centenar de palenses. El único lunar lo pusieron las encargadas de protocolo de Madrid, que pusieron todo su empeño en hacer imposible la labor de los medios.
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El puesto palense cuenta con cinco agentes, un sargento y cuatro guardias