Prisión provisional y sin fianza para el presunto asesino de Rábade que estranguló a su hermano con sus propias manos
RÁBADE

Se acogió a su derecho a no declarar y el juez lo envió a la cárcel de Bonxe
25 nov 2019 . Actualizado a las 22:15 h.Juan Carlos Alonso Díaz, el mayor de tres hermanos oriundos del municipio lucense de Rábade y de 45 años de edad, murió estrangulado por asfixia mecánica a mano debido a la presión ejercida por su homicida sobre el centro de su cuello. El presunto autor de la muerte es su hermano, José Luis Alonso Díaz, de 42 años de edad, que podría haberlo asfixiado de frente, o rodeando su cuello por detrás, alcanzando la parte delantera y sujetándola con la mano izquierda en forma de pinza.
El presunto asesino pasó esta mañana a disposición judicial. El hombre llegó a los juzgados lucenses a las 11.05 horas horas, en un coche oficial de la Guardia Civil y escoltado por otro. Sobre las doce, pasó a disposición del magistrado, titular del Juzgado de Instrucción número tres. Se acogió a su derecho a declarar. El juez decretó prisión provisional comunicada y sin fianza, por lo que fue enviado a la prisión de Bonxe.
Según las primeras investigaciones, el móvil del crimen podría estar en una fuerte discusión entre ambos, que residían juntos en el primer piso del número 65 de la avenida de A Coruña, en Rábade.
Tras serle practicada la autopsia en la mañana de ayer, el cadáver de Juan Carlos Alonso quedó depositado en el hospital de Lugo. Problemas familiares hacen que no está claro cuándo podrá ser enterrado.
Por su parte, su hermano y presunto homicida pasó su segunda noche en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Lugo tras ser detenido el mismo sábado, día de los hechos. El hombre, un exmilitar y el único de los tres hermanos que, según los testimonios aportados por la familia, no presenta una discapacidad reconocida, muestra tras el suceso una actitud muy fría (incluso se niega a ingerir ningún tipo de alimento).
Sigue sin querer declarar
A media tarde de ayer, fue trasladado desde el calabozo a dependencias policiales para tomarle declaración pero, al igual que ocurrió el sábado, no respondió al interrogatorio. Circunstancia que no se descartaba por la actitud que ya había mantenido poco después de ser detenido tras el suceso, y a pesar de estar acompañado por su abogada.
La reacción del detenido resulta cuando menos desconcertante para los investigadores, sobre todo porque el sábado fue él mismo el que llamó al cuartel de Rábade para alertar de la muerte de una persona e indicar dónde se encontraba el cadáver (estaba en la cocina de la vivienda). Está previsto que en la mañana de hoy pase a disposición judicial. Mientras tanto fue trasladado nuevamente a los calabozos.
Identificación de la víctima
Pese a que alguna persona reconoció a la víctima mortal en un primer momento, identificarla no fue una tarea fácil para los investigadores, que se vieron en la necesidad de practicarle una dactiloscopia, la prueba que permitió ratificar que el supuesto agresor y víctima eran hermanos.
De probarse los hechos, resultaría un nuevo caso de violencia en el ámbito familiar en la provincia de Lugo, que sería el tercero en lo que va de 2019. También se registró un caso de violencia de género en Vilalba, donde un hombre asesinó a su exmujer y luego se quitó la vida.