Denuncian que ataron a su perra con una cuerda para darle una «brutal» paliza

María Guntín
María Guntín SARRIA / LA VOZ

SAMOS

ALBERTO LOPEZ

El animal tiene la visión de un ojo afectada por una úlcera en el párpado

22 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Perla es una pastora alemana de año y medio que vive en una casa de Freituxe (Samos). El martes se escapó de la finca y sus dueños denuncian que alguien la ató para a continuación darle una paliza que, entre otras secuelas, ha provocado que pierda la visión en un ojo. La perra apareció dos horas después y por la carretera de Renche y Lastres, también en la provincia lucense. "Estaba con miña nai e, de repente, chamounos dicindo que faltaba a cadela, que é moi intelixente e sabe abrir ata as portas. Fomos buscala, e cando a vimos, chegáballe o sangue ata as patas, o pescozo tíñao moi inchado e estaba chea de feridas", explica Marina. De inmediato, llamaron a un veterinario y la perra fue trasladada de urgencia a una clínica de Sarria, donde permaneció ingresada durante cuatro días, hasta el viernes. 

Las heridas cerca de la cara, explica Marina, indican que quien pegó a la perra la ató con una cuerda o algo parecido. Esta es la pista que tienen para descartar que pudiera enzarzarse con otro animal y formar parte de una pelea. Perla se intentó zafar de la persona o personas que la ataron, lo que le provocó varias heridas en la zona.

El lunes, Perla volverá al veterinario y el cirujano les confirmará si pueden o no hacer algo para salvarle parte de la visión del ojo izquierdo, y es que ya les adelantaron que lo más probable es que no pueda volver a ver por él. Un traumatismo le provocó una erosión en el párpado, con edema y ulceración, además de prolapso de iris. Estos días, Marina explica que le tiene que echar tres tipos de gotas distintas, aunque también está tomando antibiótico por vía oral. "Está apagada, e aínda con todo o que lle pasou, moi mansa, non hai dereito", añade la mujer.

"Esta es una perra que jamás haría daño a nadie y nos da mucha rabia", explica Alejandra, nuera de Marina. Aunque ya informaron a la Guardia Civil de lo sucedido y esperan que se estén investigando los hechos, las dos mujeres sospechan de algunas personas y piden colaboración ciudadana para aclarar lo sucedido o recabar pistas. Asimismo, si alguna persona relacionada con estos hechos se quiere poner en contacto con ellas para intentar explicar lo sucedido, Marina y Alejandra explican que también estarían dispuestas a escuchar y que su intención no es reclamar costes veterinarios y sí evitar que se prozucan más hechos como este. Asimismo, la zona en la que se encontró a Perla está frecuentada por peregrinos, por lo que no descartan que alguien pudiese haber oído ladrar a la perra mientras le pegaban. Estos días, Perla continúa en Sarria, recuperándose de lo sucedido y a la espera de una nueva visita al veterinario.