La casa de la aldea se decora con reliquias

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA SARRIA / LA VOZ

SARRIA

Almacén de Antigüedades Manuel Calzada, la tienda más histórica de Sarria, del 1962.
Almacén de Antigüedades Manuel Calzada, la tienda más histórica de Sarria, del 1962. u.c.

Los anticuarios sarrianos se llenan de gente que se trasladó a su segunda residencia

20 dic 2020 . Actualizado a las 22:17 h.

Los cambios que trajo la pandemia son evidentes y se esconden en los pequeños detalles. El virus llegó a las ciudades y provocó un «éxodo urbano». Mucha gente pasó más tiempo en las segundas residencias y las casas de la aldea, lo que hizo que se mimaran más. Los anticuarios sarrianos recibieron este año una gran cantidad de clientela en búsqueda de objetos que encajasen con el «estilo rústico o vintage» de las casas del pueblo.

Hace apenas unos años que las tiendas de la Rúa Porvir lanzaron webs para ofrecer sus productos online porque cuentan con mucha clientela de fuera de Galicia. Fue su salvoconducto para mantener la actividad durante los meses de confinamiento. Cuando en junio la pandemia comenzó a dar un respiro y las fronteras se abrieron, recibieron a la clientela en masa. «Notábase que xa o tiñan todo pensado porque viñan a tiro fixo», explica Carmen Lima de antigüedades Manuel Calzada. «Estas tendas préstanse a vir e pasar tempo mirando, pero a xente veu directamente a comprar», añade. Acudió tanto la gente de Galicia que quería mejorar su casa de la aldea como los foráneos que estaban restaurando viviendas o las acababan de comprar.

Lo más demandado fueron muebles de todo tipo y objetos pequeños de decoración. En antigüedades Echevarría destacan los objetos para jardinería de piedra. El anticuario Porvir39, que reúne más de 5.000 piezas, agradece la «versatilidad» que buscó en los últimos años, consiguiendo piezas muy antiguas, pero también objetos especiales. «A la gente joven le gusta mezclar lo moderno con lo vintage y que también sirva para decorar pisos», explica la dueña, Carmen. Entre los objetos más especiales que tiene se encuentra una pieza de colección de Sargadelos del siglo XIX que tuvo que ir a buscar a Barcelona.

Jóvenes nostálgicos

Un tipo de cliente que destacó este año fueron los que recurrieron a los anticuarios en búsqueda de objetos de la época de sus abuelos. «Esto es un mundo de nostálgicos, pero con todo lo de este año se acrecentó», cuenta Carmen. Los jóvenes buscan tanto pequeños objetos de decoración de la época como piezas con más significado, como herramientas de oficio. «Quieren las cosas entre las que se criaron sus abuelos para poner en su casa o en la vivienda de la familia en la aldea», cuenta la dueña de antigüedades Lola. Las reliquias llegan incluso a los despachos: «Un arquitecto levou utensilios de carpintería para decorar porque era o traballo do seu avó; agora púxoas na súa oficina».

De los cuatro anticuarios que quedan en Sarria, dos de ellos cuentan con un taller de restauración. Antigüedades Manuel Calzada y Porvir39 utilizan maderas o materiales de muebles antiguos y los transforman en mobiliario renovado. Luis, el restaurador de Manuel Calzada, hace nuevas piezas a diario: «Xa non importa tanto a antigüidade dos mobles, senón que a aparenten». Los objetos más antiguos de las tiendas, que pueden llegar a datar del siglo XVII, se quedan relegados para coleccionistas. Los clientes más comunes que acuden a buscar decoración quieren muebles de apariencia de época pero renovados. Además, gracias a los talleres, pueden comprar piezas a medida. «Agora temos un pedido dun matrimonio dun moble onde se garde a aspiradora nunha parte e noutra as botellas», cuentan.

Sin feria por primera vez en 25 años

Feria de antigüedades y artesanía de Sarria en 1996
Feria de antigüedades y artesanía de Sarria en 1996 No disponible

Desde que abrió el primer anticuario en Sarria en 1962, la rúa Porvir fue creciendo hasta tener ocho tiendas de reliquias. La villa lucense se convirtió en la referencia de Galicia. En 1995 se celebró por primera vez la Feria de Antigüedades, el primer fin de semana de abril. Este año, por la pandemia, Sarria no pudo celebrar la cita anual, que esperan recuperar. En la foto, la feria de 1996.