Adrián Gallego: «Dejé la sanidad pública para apostar por mi pasión, el deporte»

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

SARRIA

El sarriano Adrián Gallego en la gala de los Premios Pasteur en Madrid
El sarriano Adrián Gallego en la gala de los Premios Pasteur en Madrid CEDIDA

El médico sarriano de 34 años fue reconocido con el Premio Pasteur de Medicina por ser una referencia en la medicina deportiva gallega

22 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En su corta carrera profesional, el traumatólogo Adrián Gallego (Sarria, 1987), ya consiguió importantes hitos. Hace dos años, dio el difícil paso de dejar la sanidad pública para dedicarse a lo que siempre fue su pasión, la medicina deportiva. Desde entonces, pasa consulta privada en el Hospital Ribera Polusa de Lugo; en La Rosaleda, en Santiago, y en Cosaga, en Ourense. Su trabajo lo llevó a ser reconocido el pasado fin de semana con el Premio Pasteur de Medicina. Unos meses antes, había recibido el galardón Medicina Siglo XXI en Traumatología.

—¿Cuándo se especializó en traumatología deportiva?

—Estudié la carrera en Santiago, en la USC, donde hice la residencia de traumatología en el CHUS. Mientras tanto, cursé dos másteres, el segundo de ellos fue el de medicina deportiva. Además, ahora estoy acabando el doctorado. Cuando acabé la residencia, estuve entre el hospital de Santiago y de Barbanza hasta que se puso en contacto conmigo el CD Lugo para trabajar con ellos.

—¿Qué supuso esa llamada del Club Deportivo Lugo?

—Me dio el sustento económico, de algo que no fuera el Sergas, para dedicarme al deporte, que es lo que siempre quise, ya que fui jugador de fútbol sala. Desde que empecé a colaborar con el Lugo, decidí meterme de lleno en ese mundo y dejar atrás lo público. La traumatología de la seguridad social es muy general y no está orientada al deporte, así que a pesar de las dificultades que eso conlleva, porque hay muy poca gente especializada en Galicia, somos unos cuatro o cinco, me fui formando con otros compañeros para salir adelante.

—¿Cómo fue el cambio?

—Fue progresivo, ya que desde que acabé la residencia siempre trabajé una parte de deporte. En Santiago tuve la suerte de llevar a los chicos de fútbol sala de Noia y también colaboré con el Obradoiro, el Compos y el Santiago Futsal. Hasta que operé a algún futbolista y contactó el Lugo conmigo. Así que el año pasado ya estuve al 100 % con este club. Esto me sirvió para tener un mayor contacto, ya que solo veía a los futbolistas en consulta y pasé a estar también en el terreno de juego.

—¿Qué terapia utiliza?

—Son terapias biológicas, con células madre. En vez de inyectar corticoide o ácido hialurónico, utilizamos sustancias de nuestro propio cuerpo a las que les damos una nueva misión para que ayude al proceso reparativo.

—¿Qué ventajas tiene?

—Para los deportistas profesionales buscamos la recuperación más rápida posible, y también se emplea para cualquier persona que padezca algún proceso degenerativo, como la artrosis. En este caso no es una cura, pero da una ayuda clínica si una persona no se puede operar o no quiere. Aunque los costes son altos.

—¿También trabaja con deportistas amateur?

—Sí, de hecho ahora mismo son la mayoría de mis clientes. Cuando empecé, tenía más consultas con jugadores profesionales, porque un jugador avisaba a otro. Pero ahora, en la consulta de Lugo hay mucho deportista amateur, sobre todo triatletas o corredores de media distancia. Además de ‘gente normal' con enfermedades como la artrosis.

—Una operación que destacaría.

—Como hace poco le dieron el balón de oro americano, destacaría la del futbolista Carles Gil, que se trasladó a Galicia pese a que le ofrecían la técnica, que no es mía, también en Estados Unidos porque ya habíamos operado a un compañero suyo. Fue una cirugía sencilla, de tendinitis aquílea, pero conseguimos que en un mes y medio ya estuviera jugando otra vez.

—¿Tiene técnicas propias?

—Propia como tal no. Pero siempre intentamos variar las técnicas más clásicas para hacerlas lo menos invasivas posibles y acortar el tiempo de recuperación. Del ligamento cruzado tenemos varias variantes y estamos haciendo el diseño de una. Al final lo que diferencia a un especialista de un traumatólogo de la seguridad social es que queremos una terapia más integral, no una solución puntual.