El legado del chocolatero de Sarria llega hasta el día de hoy con el hermanamiento de los dos municipios
18 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La figura de Matías López supuso un antes y un después para su villa natal, Sarria, y también para la madrileña El Escorial. Los dos pueblos están separados por más de 400 kilómetros aunque en ambos el ambiente estuvo impregnado de un olor a chocolate que trajo riqueza. La fábrica de dulces del empresario permitió crecer a las localidades y por eso este fin de semana harán oficial su hermanamiento.
Es la primera vez que El Escorial aprueba un hermanamiento oficial con otro ayuntamiento. Tanto su gobierno local como el de Sarria votaron en los últimos meses su unión para reconocer la labor de ilustre chocolatero y promover sus atractivos turísticos. La Praza da Vila sarriana será sede de una gran chocolatada este sábado, de la que disfrutarán el alcalde, tres concejales y el cronista oficial de El Escorial.
En las últimas décadas del siglo XIX la monumentalidad de San Lorenzo del Escorial de Felipe II vio crecer a otro gigante a unos metros. Después de que Matías López aterrizase en Madrid con solo 15 años y consolidara su fábrica en la calle Palma de la capital, encontró en este municipio de la sierra madrileña la infraestructura ideal para ampliar su producción.
El sarriano compró una antigua fábrica de refinado de azúcar y la nutrió con la última maquinaria importada de Europa. Hasta ese momento, el pueblo madrileño era un lugar prácticamente despoblado, pero comenzó a revitalizarse con los cientos de puestos de trabajo que proporcionó la empresa chocolatera. Hasta 500 personas crearon los dulces del sarriano, que llegó a fabricar 8.000 kilos de chocolate el día que se repartían por toda España. Para que su producto se conociera en cada rincón del país, también fue uno de los pioneros de la publicidad moderna.
Los empleados de Matías López vieron mejoradas sus condiciones con seguro social y de enfermedad y en propio pueblo pasó a tener viviendas, colegio, capilla y zonas verdes. Una labor semejante a la que hizo en Sarria, donde estuvo detrás de la creación de las escuelas públicas, que ahora es la Casa da Cultura. Su implicación liberal también llegó a la política, siendo Diputado y Senador. Todo lo que sembró en Sarria, Madrid y El Escorial lo lanzaron hasta ser uno de los tres empresarios más importantes de Europa.
El gobierno local de la localidad madrileña aseguraba en pleno de aprobación del hermanamiento que sin la fábrica de Matías López, quizás la villa no habría logrado avanzar ni convertirse en lo que es a día de hoy. La gran infraestructura del rey del cocholate cerró en 1964, aunque su tataranieto recuperó la marca en el 2012. Desde la capital, al sarriano se le dedicaron exposiciones, publicaciones y libros, sobre todo del cronista de El Escorial, Gregorio Sánchez Meco.
Tirón turístico
La de Matías López es solo una parte de la historia de dos localidades que tienen mucho más que conocer. Su hermanamiento y la difusión del patrimonio entre Galicia y Madrid también busca aumentar su tirón turístico. El lugar clave en el Camino de Santiago por parte de Sarria y la sede de la emblemática casa del rey prudente como es El Escorial se ayudarán mutuamente para aumentar su número de visitantes.
