El último pleno de Sarria: casi todos frente a Garrido por «amiguismos» y «mentiras»
SARRIA
La corporación aprobó dotar de fondos a la RPT y pagar facturas pendientes, todo envuelto una polémica marcada por el ambiente preelectoral
28 abr 2023 . Actualizado a las 20:52 h.Tres horas y media de pleno sirvieron este jueves para hacer un perfecto resumen de la política en el Concello de Sarria. Divisiones, reproches que se remontan a las últimas tres alcaldías y acuerdos forzados ocuparon la última sesión antes de las elecciones municipales. El ambiente preelectoral también se hizo notar, con gestos amables entre futuros compañeros de lista como Benjamín Escontrela y Diego López, un José Manuel Bello más solitario, más arena que cal de Efrén Castro a Claudio Garrido y una Pilar López que deja la política diciendo las cosas claras.
Lo primero que se trató en el pleno fue pagar facturas pendientes por un importe de 470.000 euros. Se aprobó con los votos a favor del gobierno local y la abstención de toda la oposición excepto Pilar López, que votó en contra. Pero no hubo ni mucho menos consenso.
PP, PSOE y Pilar López incidieron en que el criterio del alcalde Claudio Garrido para llevar facturas pendientes a pleno es «arbitrario». «De pagar, hai que pagar a todo o mundo non só o que vostede queira», defendió López. El portavoz del PSOE, Diego López, aseguró que hay 39 facturas sin pagar del año 2019, pero Garrido prioriza «pagar a empresas amigas».
De hecho, Pilar López explicó que las facturas que se llevan a pleno son las que tienen un reparo de intervención para que los concejales lo levanten, sino ya estarían pagadas directamente por el alcalde. «Trae a pleno as facturas que lle da a gana». Por eso propuso un pleno extraordinario para pagar todo lo pendiente, lo que fue apoyado por el concejal del PP José Antonio García, que actuó de nuevo de portavoz tras la renuncia de José Manuel Bello, ahora candidato de Ciudadanos y edil no adscrito.
Un millón de euros de remanente para la RPT
El principal tema de debate fue dotar de fondos a la aprobada Relación de Puestos de Trabajo, lo que volvió a llenar el salón de pleno de trabajadores municipales. Quedó aprobado destinar 1.049.000 millones de euros del remanente para pagar a los trabajadores.
Para la oposición, Claudio Garrido quedó retratado puesto que desde diciembre podría haber sacado adelante el asunto pero «quixo facelo condicionando a aprobación dun presuposto infumable». Garrido llevó ya a pleno este asunto en el mes de febrero pero dentro de la votación de las cuentas para el 2023 porque, defendía, que así debía tramitarse. Sin embargo, esta vez se pudo votar aparte, según el regidor porque había que tener la liquidación del presupuesto.
Todos los grupos, menos el BNG de Efrén Castro, criticaron que Garrido intentó presionar a la oposición utilizando a los trabajadores. La tensión aumentó cuando el concejal no adscrito José Manuel Bello acusó al alcalde de «traer aquí aos traballadores pola cabezada», lo que provocó abucheos entre los asistentes y una impulsiva reacción de la concejala María Eugenia Valcárcel con golpes sobre la mesa al grito de «sinvergüenza».
El socialista Diego López recordó que Benjamín Escontrela, candidato del PSOE pero actual edil por Galicia Sempre, ya presentó una moción «precisamente para que se fixese o que votamos hoxe aquí».
El nacionalista Efrén Castro fue el único que se desmarcó del resto de la oposición, sin críticas al alcalde desde hace varios plenos y defendiendo que su voto a la RPT seguirá siendo favorable porque es una deuda histórica con los trabajadores y con Sarria. Castro también fue el único que lamentó que no se aprobase la urgencia para votar un suplemento de crédito para la RPT de la residencia de mayores.
Un polémica de diez meses
El pleno trató dos mociones del PP. Una de ellas sobre el convenio del Concello con Cruz Roja de 90.000 euros, que no se paga desde hace cuatro años y ha provocado el cese de algunas actividades de la entidad, como el taller de alzhéimer e incluso la reducción de su plantilla de personal. Garrido tildó la propuesta de oportunista y asegura que revisará el convenio.
También se volvió a preguntar, más que debatir, sobre la situación de las antiguas viviendas de maestros del Frei Luis de Granada, lo que terminó de nuevo en una discusión personal entre José Antonio García y María Eugenia Valcárcel.
Valcárcel fue protagonista además de otra última polémica que el PP llevaba preguntando desde julio. La concejala Mirela Ferizovic y Bello le volvieron a pedir las cuentas de las fiestas de San Juan, que no están registradas. Valcárcel aseguró que se había contratado a una empresa local de manera verbal, lo que provocó el asombro de parte de la oposición, pero poco después se puso fin a la sesión plenaria. De nuevo, la mayor parte de los asuntos de los sarrianos tratados por última vez en este mandato quedaron escondidos tras contradicciones y reproches personales.
