El vecino de Sarria que apareció muerto en un aeropuerto de Bruselas será incinerado y repatriarán sus cenizas

SARRIA

La familia no conocerá las causas de la muerte hasta que viaje a Bélgica
30 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El caso del vecino de Sarria que apareció muerto en el coche en un aeropuerto de Bruselas da un paso más. La familia ya tiene autorización para ir a Bélgica a recoger el cadáver de José Ramón Arias Trigo, aunque todavía están pendientes de los últimos trámites entre funerarias. El sarriano será incinerado y enterrado en el cementerio municipal. Todavía no se conocen las causas de su muerte.
El cuerpo de José Ramón Arias Trigo, natural de Sarria y de 55 años, apareció en un coche en un aeropuerto de Bruselas el pasado 15 de junio. Su hermano, Ignacio Arias, recibió una llamada del Consulado General de Bélgica para comunicarse su muerte, pero no le esclarecieron si fue de modo natural o por otras causas, aunque sí que podría haber ocurrido hace unos cuatro meses. Ignacio no tenía noticias suyas desde enero. Su hermano llevaba más de un año trabajando en Bélgica.
En cuanto supo del paradero de su hermano, Ignacio Arias quiso recuperar su cuerpo. El coste de repatriarlo eran unos 9.000 euros, por lo que el sarriano pidió ayuda al alcalde de Sarria, Claudio Garrido. Además, tenía previsto viajar una semana después hasta Bruselas para recuperar el cuerpo de su hermano y hablar con las autoridades belgas de lo sucedido.
Pendientes de la funeraria de Sarria
Sin embargo, el cónsul les aconsejó que esperasen a que se autorizara la retirada del cadáver, que llevó casi dos semanas. En los últimos días, el Consultado informó a Ignacio Arias de que ya podía recuperar el cuerpo de su hermano, así que la funeraria de Sarria inició los trámites con los servicios belgas. Queda ahora que la empresa sarriana tenga todo listo.
En estas dos semanas de una incertidumbre que continúa, lo que se solucionó fue el coste económico de trasladar al fallecido. Finalmente la familia incinerará en Bruselas a José Ramón Arias, su hermano lo irá a buscar y traerá su urna hasta Sarria con un permiso especial, como informó Claudio Garrido, que colaboró en el proceso. El coste bajó desde los 9.000 euros que implica la repatriación hasta los 4.000, tal y como asegura Ignacio.
Solo una vez que el hermano se persone en Bruselas podrán conocer los detalles de la investigación. «Lo único nuevo que me dijeron es que el coche en el que apareció estaba en el párking exprés del aeropuerto», explica Ignacio. Este dato sorprende incluso más al sarriano por la falta de control durante cuatro meses.