La falta de profesionales en Lugo pone al límite los negocios del Camino en reformas: «Temos que deixar obras sen facer»
SARRIA
Los albergues o restaurantes aprovechan los meses de temporada baja para ponerse a punto, pero cada vez les resulta más difícil encontrar trabajadores
17 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Los pueblos del itinerario del Camino Francés están de reformas. Los andamios y las vallas ocupan una gran parte de los edificios de negocios dedicados a la ruta jacobea, aprovechando la temporada baja. Sin embargo, poner a punto sus instalaciones a tiempo es cada vez una tarea más complicada por la falta de profesionales.
Jesús González es uno de los cuatro carpinteros de obra que quedan en Sarria, y no solo trabaja en el propio concello sino por toda la zona sur de la provincia. Asegura que hace tres años que «é imposible» asumir toda la demanda. Lamenta que no hay personas que quieran aprender y que los pequeños autónomos como él, que son los que tienen servicio en el Camino, tampoco suelen tener margen para enseñar durante mucho tiempo a otra persona. «Tamén dá medo coller a alguén que pase un ano e se vaia e quede eu con todo», asegura.
Hace tiempo que hace lo que puede y lamentablemente «temos que deixar obras sen facer» porque requerirían un gran tiempo de espera. De hecho, los profesionales de la zona se pasan clientes unos a otros cuando ven que la localidad de la obra está más cerca de uno de ellos porque no logran atender a todo el mundo. «Vacacións xa nada, aproveitamos algún día libre nas fins de semana». Para que un albañil de Sarria coja el teléfono, estas semanas no vale con una sola llamada y tras varios intentos, algunos solo pueden decir que «temos moitísimo traballo».
Algunos propietarios de negocios de alojamiento, por ejemplo de Triacastela u O Cebreiro, llevan meses intentando que algún trabajador pueda acudir a su inmueble para hacer las obras: «Llamas y llamas pero no pueden venir porque tienen muchísimos trabajos pendientes». Afecta desde carpinteros a albañiles o electricistas. La solución fue empezar a ponerse ellos mismos para arreglos menores porque sino se quedaban paralizados, pero las reformas de mayor envergadura tuvieron que retrasarlas. «También afecta la falta de formación de algunos nuevos autónomos, ya que vienen hasta aquí pero en varias ocasiones no sabían como realizar las obras que les estábamos pidiendo», relatan.
También está siendo un obstáculo para nuevos emprendedores que están preparando sus proyectos pero tienen que esperar a que finalicen estos meses de arreglo, para darle prioridad a los albergues que ya están en activo.
«Temos que chamar cun mes de antelación para conseguir traballadores»
Se suma la circunstancia de que este año la Semana Santa, cuando muchos inician la temporada, es antes de lo habitual, en marzo. Por lo que algunos establecimientos temen no estar listos para el próximo mes.
Es por eso que mucho propietarios, que casi cada inverno saben que tienen que asumir ciertas mejoras en las instalaciones, contratan a los profesionales antes de tiempo. Por ejemplo, el hotel Alfonso IX está reformando cada invierno cada una de sus plantas para renovar el alojamiento. «Non é nada fácil atopar traballadores, nós temos sorte porque xa levamos varios anos de obras e contamos ca mesma xente», aclaran. Aun así, avisan al menos con un mes de antelación. «Ademais son xente de Sarria, local, que tamén son clientes do hotel, para facilitar as obras». El hotel de cuatro estrellas pudo reformar dos de sus suites y abrirá el próximo 23 de febrero, la siguiente semana.